“A los países BRICS sólo les llevará cuatro años liberarse de su dependencia del mercado estadounidense”
Así lo sostiene el profesor adjunto en la Universidad Tecnológica de Queensland, Australia, Warwick Powell, quien se desempeña como investigador principal en el think tank chino Taihe.
El investigador cree que en lugar de mantener la hegemonía del dólar estadounidense, la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de imponer aranceles a los países BRICS podría acelerar el progreso de la multipolaridad monetaria y acelerar el debilitamiento del estatus del dólar estadounidense.
“Hoy en día”, explica en una nota de El Observador, “Estados Unidos representa alrededor del 15% del comercio mundial y alrededor del 11% del comercio de China. Esta participación ha ido disminuyendo a medida que el comercio mundial ha seguido expandiéndose, y Estados Unidos representó alrededor del 20% del comercio mundial en 2018. En términos relativos, Estados Unidos es menos importante hoy que antes, un punto reconocido en un artículo reciente del Financial Times. La amenaza de perder el acceso al mercado estadounidense ya no tiene el mismo impacto nacional o sistémico que en el pasado; la mayoría de los países son capaces de capear cualquier tormenta arancelaria hasta cierto punto dentro de un tiempo razonable. Este punto se discutirá más adelante.”
El investigador estima que “en 2022-23, el comercio entre los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Emiratos Árabes Unidos e Indonesia; el estatus de Arabia Saudita no está claro y, por lo tanto, está excluido de este análisis) y Estados Unidos será de alrededor de 1,05 billones de dólares, con un déficit comercial estadounidense de 424.500 millones de dólares. China representa alrededor del 73% de las exportaciones de los países BRICS a Estados Unidos. Del superávit total de los países BRICS con Estados Unidos, aproximadamente el 84% proviene del superávit comercial de China. El comercio de Estados Unidos con Rusia e Irán ya es insignificante debido a las sanciones existentes. En resumen, las cuestiones comerciales de los BRICS con Estados Unidos son principalmente cuestiones entre Estados Unidos y China, lo que significa que es poco probable que la mayoría de los demás países BRICS se sientan particularmente molestos por las amenazas arancelarias, aunque la pregunta sigue siendo hasta qué punto podrán adaptarse a la pérdida del mercado estadounidense.”
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