Trump, Claver Carone y las pretensiones sobre el backyard
El dato geopolítico más relevante en Sudamérica en el año que termina probablemente ha sido la inauguración del megapuerto chino de Chancay en la costa peruana, escribe en Clarín su jefe de internacionales.
En su nota del fin de semana, Marcelo Cantelmi da cuenta del hecho para ilustrar sobre el desafío que tiene el inminente presidente de EE.UU., Donald Trump, si quiere enfrentar la presencia de China en América Latina.
“Aunque a veces es difícil tomar en serio mucho de lo que Donald Trump proclama, sus últimas declaraciones de supuestos derechos sobre Groenlandia, Canadá, y muy particularmente respecto al Canal de Panamá, están sobrevoladas por esa creciente presencia de la República Popular en el área de influencia histórica de EE.UU.”, señala.
Describe que el “cruce entre océanos, construido por su país a principios del siglo XX, es ‘vital’ para la economía y la seguridad norteamericana” y que “el pretexto del valor de las tarifas apenas esconde la preocupación central que es la influencia creciente de China en la nación centroamericana, donde ha multiplicado sus inversiones y su poder blando. Panamá es el primer país latinoamericano que en 2018 se integró al proyecto de la Ruta de la Seda, una estrategia central de Beijing”.
Agrega que “Trump, que no olvida sus tiempos en la televisión, sobreactúa el liderazgo duro para construir anticipadamente una plataforma de poder con la cual lidiar con el régimen chino. Esa es la tarea nada sencilla que, en la parte que toca a estas playas, le corresponderá gerenciar a Mauricio Claver Carone (foto), flamante responsable de la región en la cancillería norteamericana”.
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