Los presidentes de Perú y China inauguraron el megapuerto de Chancay
En una ceremonia en el Palacio de Gobierno peruano, se inauguró ayer el Terminal Portuario Multipropósito de Chancay, en la que estuvieron presentes otros 14 jefes de Estado de las 21 economías que conforman el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Según el Ministerio de Producción del Perú, el puerto y los centros logísticos asociados aportarán a la economía peruana unos 4.500 millones de dólares, un 1,8% del PIB, mientras el Banco Central calcula que solo la fase inicial sumará un 0,9% del PIB ya el próximo año.
La obra, a unos 70 kilómetros de Lima, está a cargo de la estatal china Cosco Shipping, que tiene el 60 % de acciones, y la minera Volcán (40 %), y demandó una inversión de 1.300 millones de dólares. Fue iniciada hace ocho años
Reduciendo en 12 días el viaje por mar hacia China, y el gran calado de la bahía de Chancay permitirá recibir a los buques más grandes del mundo, capaces de transportar hasta 24.000 contenedores —conocidos en el sector naval por las siglas TEU (del inglés Twenty-Foot Equivalent Unit).
La presidenta peruana, Dina Boluarte, dijo que “Chancay, junto al aeropuerto Jorge Chávez, el puerto del Callao, el desarrollo de infraestructura ferroviaria, zonas económicas especiales y parques industriales; posicionará al Perú como un actor clave en el comercio global”.
La mandataria también afirmó que para su país, la obra “marca el inicio de una nueva etapa en el desarrollo económico y además demuestra la confianza de inversionistas chinos en nuestro país. Damos un paso firme a un futuro de mayor integración, fortaleciendo nuestra relación con China. A su vez, le estamos brindado a nuestros socios latinoamericanos una puerta de conexión con el Asia Pacífico”.
Por su parte, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, afirmó que “el puerto de Chancay consolidará fuertemente la posición de Perú como una puerta que conecta tierra y mar, Asia y América Latina”.
“El corredor, que conectará el Camino Inca con la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI”, dijo, “abrirá un camino de prosperidad y felicidad común para Perú y otros países de América Latina y el Caribe”.
Con el puerto, afirma BBC, “China aumenta su capacidad para desembarcar sus mercancías en Sudamérica y embarcar las que importa de esta región, principalmente minerales como litio y cobre y productos agrícolas como la soja. El ministro de Comunicación y Transportes de Perú, Raúl Pérez Reyes, dijo que el megapuerto permitirá a su país posicionarse ‘como un hub logístico en toda América Latina’”.
La obra es un complejo de 15 muelles, oficinas y servicios logísticos. Mario de las Casas, gerente de Asuntos Institucionales de Cosco Shipping, detalló a El Comercio que está compuesta por un área de ingreso y una Zona Operativa Portuaria, conectados por un túnel de 1.820 metros de largo, 14 metros de ancho, ocho metros de alto y tres carriles, que los conecta vía subterránea.
Los servicios del puerto son independientes de la comunidad de Chancay, entre otros, un sistema interconectado de energía de cerca de ocho kilómetros y una subestación que alimenta de energía al mismo.
También cuenta con una planta desalinizadora y una planta de tratamiento de aguas, lo que ayudará a que los barcos puedan alimentarse de la energía y no generen combustión.
El diario indica que “Chancay competirá con Manzanillo, el principal puerto comercial del Pacífico mexicano, y con el estadounidense de Long Beach, una de las importantes puertas para el comercio entre Asia y Estados Unidos.”
La fase de construcción del proyecto generó entre 1.500 a 1.800 puestos de trabajo directos y 7.000 indirectos, y en operaciones tendrá unas 700 personas calificadas en distintos niveles.
Por otra parte, medios occidentales alertan que organizaciones ambientalistas han elevado la voz sobre la amenaza al entorno natural y la concesión en exclusiva de la gestión del puerto a Cosco ha sido recurrida ante los tribunales.
La BBC cita al profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del US Army War College, un incansable propagandista antiChina: “En otras inversiones de América Latina y Asia hemos visto cómo China emplea técnicas predatorias y al final acaba llevándose los recursos naturales y aumentando la dependencia de los países en los que se instala”
En Argentina, Infobae se hizo eco de la afirmación de Ellis de que “el puerto podría servir como una base para la marina china, permitiendo a Beijing proyectar su poder militar a través del Pacífico.”
En un escenario de conflicto con Occidente “Chancay podría ser utilizado para apoyar operaciones contra la costa oeste de Estados Unidos”, indica Ellis, y completa: “Si hay un caso ejemplar del uso de un puerto comercial por parte de China para recibir y reabastecer buques de guerra chinos en el hemisferio occidental durante una guerra con Estados Unidos, o usar subrepticiamente un puerto comercial para fines militares, es este”.
Con el título “China ya tiene un Megapuerto en Perú: régimen asiático establece control absoluto en el Pacífico y apuntaría a toda América Latina”, el diario destaca además que “en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos y sus aliados, el puerto también responde a la necesidad de diversificar cadenas de suministro y asegurar rutas comerciales estratégicas que puedan operar independientemente de sanciones o conflictos con Occidente. Este megaproyecto es uno de los más de 40 puertos bajo control chino, reflejando una estrategia de influencia geopolítica a largo plazo en el mundo.”
La Voz de las Américas afirmó que “La penetración de China en América Latina está aumentando por día y los expertos consideran que EEUU y los países occidentales se están quedando atrás ante el gigante asiático.”
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