Entre “lo malo” y “lo peor”
Beijing ya asumió que hay un “consenso antichino” en Washington DC, aunque hubiese preferido a Kamala Harris antes que Donald Trump en la Casa Blanca.
Ayer, el Grupo de Trabajo China del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) organizó su último seminario del año y uno de los temas expuestos por los integrantes que disertaron fue la elección presidencial en Estados Unidos.
Fue el eje de la presentación de Patricio Giusto, quien habló sobre “Perspectivas de la relación China-EE.UU.” tras los comicios del martes.
Según Giusto, el”pesimismo y la incertidumbre” son lo que mejor expresaba el clima político del país asiático antes del martes. “Un académico me dijo ‘entre lo malo y lo peor’ (que había como opciones) salió lo peor”, por la elección de Trump.
Par el académico también de la UCA y del Observatorio Sino Argentino, “la perspectiva es que el vínculo entre ambos países empeore” por lo que se intuye será el gobierno Trump, quien ya en su primera administración escaló el conflicto por su guerra comercial contra China, que dijo repetirá. “Su plataforma MAGA 2025 es mucho peor; la postura del presidente de su vice Vance también tiene una fuerte retórica antichina”, agregó. Y señaló que “el tema Taiwán sigue siendo crítico y ha elevado la sensibilidad y el nacionalismo chino, como se vio en últimas declaraciones y gestos del presidente Xi Jinping. A su vez Trump ha dicho todo eso de que Taiwán debería pagarle a EE.UU. por su protección… La línea se hace cada vez más delgada”.
Jorge Malena, quien dirige el Comité de Asuntos Asiáticos del CARI, habló por su parte de la “La percepción del establishment chino sobre la actualidad internacional” y sostuvo que Beijing tiene una “estrategia integral de la seguridad nacional” como política definida. Así, sus académicos, funcionarios del área y think tanks trabajan con una concepción de disminuir riesgos globales que afecten a China a través de políticas de desarrollo y de “circulación dual”, un programa económica que da más énfasis al mercado interno.
También se preguntó “si habrá mayor influencia china en las relaciones internacionales en los próximos años”, y llamó a “no soslayar” esas ideas atribuyéndoles solo un papel de propaganda.
Carlos Moneta, por su parte, detalló los avances de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (“El BRI: ¿Podemos avanzar en otra dirección?) y explicó oportunidades de ese programa y de otros que involucran financiamiento o líneas de articulación económica con China y la región, como el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII, del que Argentina ya es socio) o diversos emprendimientos donde nuestro país podría encontrar oportunidades e identificar negocios, quizá no tanto en Beijing o Shanghái y otras grandes ciudades y regiones chinas sino en otras más accesibles por escala. Una de las vías que sugirió el también profesor e investigador de UNTREF fue el aprovechamiento de empresas chinas que ya están en Argentina y con las cuales se podrían buscar esas posibilidades de mejor entrada al mercado chino.
Finalmente, el consultor Mario Quinteros , quien reside en Guangzhou, habló de las “Oportunidades en la Greater Bay Area (GBA)”, que se ubica justamente entre la cuenca del río de las Perlas en la provincia de Guangdong y Hong Kong. Se trata, dijo, de un área que representa el equivalente al 9º PBI mundial, con 75 millones de personas, la más dinámica de China en materia de comercio (por tradición de varios siglos, además) y con un enorme peso en la logística y en las vías de comunicación. Para Quinteros, la forma más eficiente de ingresar a ese mercado es “la formación de joint ventures, asociarse con empresas chinas”.
Moderó la mesa otro integrante del Grupo China del CARI, Alejandro Candioti, y cerró agradeciendo a los presentes el coordinador, Ernesto Fernández Taboada.
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