Hesitaciones en Brasil con el ingreso a la Iniciativa de la Franja y la Ruta
El principal asesor para asuntos internacionales del presidente Lula Da Silva, Celso Amorim, dijo que su país no se asociará a la iniciativa de China, contradiciendo una declaración hecha por el propio Lula en julio pasado.
En una entrevista con el periódico O Globo, Amorim afirmó ayer que el gobierno brasileño busca elevar las relaciones con China a un nuevo nivel, sin necesidad de formalizar un “contrato de adhesión” a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR).
“La palabra clave es sinergia. No se trata de firmar una póliza de seguro. No entramos en un tratado de adhesión. Es una negociación de sinergias”, dijo la canciller.
Amorim participó la semana pasada en una misión a China, con el objetivo de discutir la visita de Estado del presidente Xi Jinping a Brasil, que debería tener lugar en noviembre, durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, dice la Revista Fórum.
El miércoles pasado, en un evento en São Paulo, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, sugirió que Brasil debería ser cauteloso ante una posible membresía en la Nueva Ruta de la Seda.
Esto fue respondido por la Embajada de China en Brasil con un comunicado afirmando que la recomendación de Washington es una “falta el respeto a Brasil, un país soberano, e ignora que la cooperación chino-brasileña es igualitaria y beneficiosa para ambos”.
Fórum advierte que “el objetivo fallido de Brasil al anunciar que no se incorporará a la Nueva Ruta de la Seda se produce en vísperas de la llegada al país del presidente chino, Xi Jinping. Su visita de Estado está prevista en noviembre para participar en la Cumbre del G20 en Río de Janeiro y celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas chino-brasileñas celebrados este año.”
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