La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Mao Ning anunció que el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy realizará una visita oficial a China del 18 al 19 de octubre.

Las dos partes “mantendrán intercambios profundos sobre la implementación del consenso alcanzado por sus líderes” durante una llamada telefónica en agosto, dijo Mao.

La vocera añadió que China y el Reino Unido son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y dos importantes economías mundiales. El desarrollo estable a largo plazo de las relaciones bilaterales concuerda con los intereses comunes de ambos países”.

“China”, dijo, “está dispuesta a trabajar con el Reino Unido para defender nuestra posición como socios, mantener la apertura y la cooperación, e impulsar el desarrollo sólido y constante de las relaciones entre China y el Reino Unido”.

El medio hongkonés The Standard repasa los avatares de los últimos años en la relación bilateral recordando que en 2015 el entonces primer ministro británico, David Cameron, elogió una “época dorada” de las relaciones entre los dos países, “aunque las relaciones se han deteriorado significativamente en los últimos años.”

En principio, “el Reino Unido ha criticado la imposición por parte de Pekín de una amplia legislación de seguridad nacional en Hong Kong en 2020, tras meses de protestas a favor de la democracia en la ex colonia británica.”

Luego enfatiza que antes del viaje de Lammy, el primer ministro Keir Starmer “pidió que el magnate encarcelado Jimmy Lai sea liberado de la prisión de Hong Kong, donde el activista pro democracia enfrenta juicio”.

El medio precisa que la semana pasada, el equipo legal de Lai dijo a los periodistas en Londres que esperaban que Lammy pusiera el caso “al frente y al centro” durante su visita.

Starmer también criticó esta semana los ejercicios militares que realizó China alrededor de Taiwán, afirmando que las maniobras “no favorecen la paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán. Por su parte, el Global Times informa que antes de la visita del secretario de Asuntos Exteriores británico, “el Reino Unido ha vuelto a recurrir a una estrategia de ‘control y equilibrio’ contra China, ya que sus políticos han empezado a exagerar las acusaciones de que piratas informáticos chinos están atacando infraestructuras críticas del Reino Unido.”