“Argentina debería apoyar los esfuerzos de la ONU frente a problemas globales”

1 octubre, 2024

El profesor Jiang Shixue, de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Macao, China, opina sobre la postura del presidente Milei en la reciente Asamblea General de Naciones Unidas.

Por Jiang Shixue, para DangDai. – El 22 de septiembre se inauguró en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York la Cumbre del Futuro, que duró dos días y en la que se adoptó el Pacto para el Futuro y sus dos anexos, es decir, el Pacto Digital Mundial y la Declaración sobre las Generaciones Futuras.

Estos documentos constituyen el plan maestro de las Naciones Unidas para abordar los desafíos que tiene por delante la humanidad, con 56 “acciones” que abarcan una amplia gama de temas, entre ellos la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la cooperación digital, los derechos humanos, el género, la juventud y las generaciones futuras, la transformación de la gobernanza mundial, entre otros. Estas acciones subrayan los “desafíos cada vez más complejos” que se plantean a la seguridad tradicional y a la seguridad no tradicional. Por ello, la mayoría de los países tuvieron actitudes positivas respecto a la adopción exitosa del Pacto.

Sin embargo, hay una voz solitaria en contra. El presidente argentino, Javier Milei, dijo ante la 79ª Asamblea General que las Naciones Unidas y el Pacto fracasarían. Dijo: “Ahora bien -en algún momento- y como suele ocurrir con la mayoría de las estructuras burocráticas que los hombres creamos, esta organización dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar. Una organización que había sido pensada –esencialmente- como un escudo para proteger el Reino de los Hombres se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos, que pretende decidir no sólo qué debe hacer cada Estado-Nación, sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo. Así es como pasamos de una organización que perseguía la paz; a una organización que le impone una agenda ideológica a sus miembros, sobre un sinfín de temas, que hacen a la vida del hombre en sociedad.”

Según el presidente Milei, Argentina no apoyará el Pacto y criticó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: “Sepan, también, que la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución. Por esta razón, queremos expresar –oficialmente- nuestro disenso sobre el Pacto del Futuro, firmado el día domingo, e invitamos a todas las naciones del mundo libre a que nos acompañen, no sólo en el disenso de este pacto, sino en la creación de una nueva agenda para esta noble institución: la agenda de la libertad.”

Sin embargo, es un error que el Presidente Milei critique el Pacto. De hecho, el Pacto para el Futuro propuesto por las Naciones Unidas es algo que merece de sus aplausos y elogios.

En primer lugar, el Pacto representa el compromiso de la ONU no solo de abordar las crisis inmediatas, sino también de sentar las bases para un orden mundial sostenible, justo y pacífico, para todos los pueblos y naciones. Sin duda, los compromisos incorporados en el Pacto reflejan la voluntad colectiva de los Estados miembros de la ONU de promover la paz mundial y el desarrollo, que la humanidad necesita con urgencia.

En segundo lugar, el Pacto promete acelerar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030, que apuntan a la erradicación de la pobreza extrema para 2030, una lucha intensificada contra el hambre, la promoción de la igualdad de género y la educación. Presidente Milei debe saber que los ODS han obtenido una gran aclamación de la comunidad internacional.

En tercer lugar, los desafíos del siglo XXI requieren de soluciones del siglo XXI, y una de las mejores soluciones del siglo XXI es fortalecer la acción global de manera que todos participen al unísono en el mismo esfuerzo. Las experiencias en el pasado han demostrado que ningún país de manera individual puede responder eficazmente a los desafíos políticos, económicos, ambientales y tecnológicos actuales. Sólo las acciones globales basadas en la fuerza colectiva pueden funcionar.

Por último, pero no por ello menos importante, Argentina también puede beneficiarse de la implementación del Pacto, porque también enfrenta muchos problemas que el Pacto intentará resolver. Así pues, esperemos que el presidente Milei no ladre al árbol equivocado, sino que apoye a la ONU de alguna manera.

Categorías: Política

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