Brasil, China y África, eje agroalimentario global
El analista Jorge Castro dijo que el eje Brasil-China “es hoy la clave de la seguridad alimentaria mundial” y que África, donde los dos países citados tienen una estrategia desde hace años para su articulación, “es el continente del futuro” y será “fundamental para la provisión de alimentos y fertilizantes” en las próximas décadas.
Fue durante un seminario organizado el martes 10 por la Fundación Diálogos Estratégicos en la sede de CABA de la Universidad Nacional de La Matanza, el cual analizó cómo mejorar los vínculos entre Argentina y África, del que participaron varios especialistas.
El presidente de la Fundación, Rodrigo Herrera Bravo quien también ha tejido durante muchos años fuertes lazos con instituciones de China (en la foto de apertura, a la izquierda, con Castro al centro y el decano de la Escuela de Posgrado, Rubén Marx, a la derecha), abrió la jornada junto con autoridades de la UNLaM, destacando la importancia de prestarle más atención a las potencialidades del continente africano.
“Compartimos el Hemisferio Sur con sólo el 10% de la población mundial -dijo Herrera Bravo-, y nos encontramos a más de 10.000 km de distancia de nuestros principales mercados, hecha la excepción de Brasil. Argentina necesita resignificar su lugar en el mundo, buscar nuevos socios, expandir su comercio exterior, garantizar un rol preponderante para sus puertos, brindar y aprovechar nuevas oportunidades, y allí aparece, a sólo 7000 km de distancia, África. (…) Para nosotros, se crece desde el Sur, con el Mercosur, con Latinoamérica, con el Sur Global, con BRICS y en el G20, formando parte de la discusión sobre la reformulación de los organismos internacionales de posguerra”.
De las distintas mesas participaron los embajadores de Marruecos (gran productor de fosfatos para el agro, por ejemplo) y de Sudáfrica, uno de los países que con Brasil y China forma los BRICS, Fares Yassir y Zanele Makina respectivamente. Ambos destacaron las posibilidades de negocios e interacciones de sendos países con Argentina y el Mercosur desde una perspectiva Sur-Sur.
En un auditorio lleno, había embajadores de otros países africanos en Argentina, así como miembros de Casa de África, la Fundación Argentina Global y Ethiopian Arlines, que acompañaron en la organización.
Del primer panel también participó la embajadora Paola Iris Di Chiaro, a cargo de la Secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico Sur.
En el segundo panel, moderado por el periodista e historiador Néstor Restivo, quien igual que otros panelistas criticó la falta de continuidades en la política exterior argentina, lo hicieron la profesora de la Universidad Nacional de Rosario y experta en África, Gladys Lechini, y la presidenta del consorcio Puerto Quequén y ex diputada Jimena López. Ambas explicaron desde sus respectivos roles lo que se hizo hasta ahora y lo que podría hacerse para mejorar los lazos con África. Y al final cerró el evento con la exposición de Castro, del Instituto del Planeamiento Estratégico y ex funcionario nacional.
Los distintos paneles analizaron las vías de posibles mejoras para los vínculos con África, cuyo potencial agrícola y minero y su boom demográfico la ponen en el centro de las expectativas geopolíticas y geoeconómicas globales.
Cuestiones como conectividad, logística, complementariedades, nichos de negocios y otras articulaciones (académicas, migrantes, etc.) estuvieron en el centro de los debates y preguntas del público, sobre todo de pymes que quieren incursionar en un mercado diverso y vasto como el africano.
Castro hizo hincapié en el creciente flujo de comercio agro alimenticio entre el Mercosur, con eje en Brasil, y China. Sostuvo que el gigante sudamericano ha ido desplazando, por ejemplo, a Estados Unidos como principal proveedor de cereales y oleaginosas a China, que sirven sobre todo como forraje para animales, lo cual a su vez alimenta con más mejores proteínas a una población de más de 1.400 millones de personas, de las cuales más de un tercio es de clase media cada vez más consumidora. Ese círculo potencia el circuito de bienes y servicios y en especial de alimentos (mercado alterado, dijo, por la guerra en Ucrania y por el proteccionismo nocivo de Europa, cuyo núcleo duro es Francia). El experto explicó cómo África irá sumándose a la ecuación por la seguridad agroalimentaria en los años porvenir, sobre todo por la riqueza de sus tierras en la sabana de su parte noroccidental. Justamente, días atrás se realizó en Beijing una importante cumbre de cooperación a la que asistieron numerosos líderes.
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