China busca ser miembro pleno a la Organización Internacional de la Viña y el Vino

5 agosto, 2024

Por Lucas Gualda para DangDai. El mes pasado, autoridades del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China anunciaron en la provincia de Ningxia que el país solicitó su ingreso como miembro pleno a la Organización Internacional de la Viña y el Vino, entidad que vigila los estándares de la producción vitivinícola en el mundo entero.

Esta información fue confirmada por el ente, el cual divulgó una foto del Embajador chino en Francia, Lu Shaye, con el director de la OIV, en el acto de solicitud de ingreso a la organización; además de informar que finalizado el proceso, que dura 6 meses, con fecha tentativa al 14 de noviembre de este año, de ser positivo China sería confirmada como un nuevo miembro pleno.

La noticia confirma el rumbo que tomó la industria en China desde hace unos años, obteniendo sus vinos cada vez más medallas en competencias internacionales, e incluso con algunas etiquetas (como el Ao Yun del grupo Möet Chandon) siendo comercializadas en los mercados más exclusivos del mundo del vino, como por ejemplo “La Place de Bordeaux”.

Si bien la provincia de Ningxia, cuyas plantaciones al pie de la ladera este de los montes Helan son uno de los polos vitivinícolas del país, así como la prefectura de Yantai (provincia de Shandong), participan hace años en la OIV como miembros observadores, la incorporación del país como el 51° miembro pleno significa sin lugar a dudas una evolución, un hito en la industria del vino en todo el territorio chino.

La incorporación de China en la OIV le permite a sus representantes conectar con el expertise de los otros 50 países miembros (de los cuales forma parte la Argentina, entre otros), así como de los especialistas que colaboran permanentemente en la organización (ver título “Acerca de la OIV al final del artículo). Asimismo, el país podrá tener decisión en las políticas que guiarán a toda la industria mundial.

Consultado por DangDai tras el conocimiento de la noticia, Marco Milani, CEO de Silver Heights (bodega con sede en Ningxia), afirmó que “China sea miembro pleno de la OIV definitivamente será algo positivo. Tanto a nivel global, permitiendo a los amantes del vino de todo el mundo descubrir nuevas regiones vitivinícolas en los distintos cursos y seminarios, como a nivel doméstico porque conducirá a la implementación de importantes reglas y estándares. Esta es una gran noticia para los vinos finos de Ningxia y de toda China”.

Justamente, es esta región la principal fuerza que impulsó esta iniciativa del gobierno chino por involucrarse con todo dentro del órgano mundial de la vitivinicultura. Como ya se mencionó, la provincia es miembro observador de la OIV desde 2012. El mismo Xi Jinping visitó Ningxia dos veces y observó por sí mismo el potencial, remarcando además la importancia del vino para el desarrollo económico. En la edición impresa N° 36 de DangDai (primavera de 2022), cuando fue entrevistada la winemaker de esta misma bodega, la Sra. Emma Gao, hicimos mención al plan que encaró China hace unos años para fomentar la industria del vino. Han llegado verdaderamente lejos, y los datos acompañan (ver título “El vino en China, en datos” al final del artículo).

Más allá de los datos duros, Milani añade sobre la actualidad de la industria en China, que la “escena del vino en China atraviesa un gran torbellino creativo. Cada vez más jóvenes están ingresando al mundo de la producción vinícola, y se están probando cosas realmente interesantes”. Además prevé que en los próximo años “habrá una selección natural de bodegas, una concienciación sobre una industria carbono-neutral, limpia y responsable, lo cual llevará además a un incremento de la calidad”.

Su bodega es pionera en el desarrollo de la agricultura según el concepto de la biodinámica (paradigma desarrollado por el austríaco Rudolf Steiner hace más de 100 años), siendo Silver Heights la única empresa con certificación Demeter (certificación de producción biodinámica) en China, y su desempeño es conocido tanto dentro como fuera del país. Cuenta Milani que “Recientemente lanzamos un nuevo vino, Jiayuan Barbera, y decidimos lanzarlo en Italia. Fue un gran desafío y recibimos muy buenos comentarios del público”.

La consolidación de China en la OIV podría llevar a beneficios tales como incorporar a Ningxia dentro del circuito turístico mundial del vino que promueve la GWTO (Global Wine Travel Organization), y declarar a Yinchuan, capital de la provincia, como una de las capitales internacionales del vino.

A cambio, todo el expertise que se viene generando desde China, podría pasar a integrar los estándares mundiales de la producción vitivinícola, ya con el aval de la máxima autoridad mundial en el tema.

Este paso de China a ser miembro pleno de la OIV no es una promesa a futuro, sino la consolidación del país como un productor de vinos finos, con todo lo que eso implica para un ambiente desde ya competitivo. En palabras de Eugenia Sewell, jefa de la Delegación del Estado de Texas en la OIV (actualmente los EEUU no son miembro, pero si el Estado sureño en calidad de miembro observador), “el mercado mundial del vino ya resintió la presencia china, cuyos elevados niveles de producción, así como sofisticación, están haciendo mella en un mercado como el chino que, además de vasto, era dominado por los grandes países productores tanto del viejo como del nuevo mundo del vino (España, Francia, Estados Unidos, Australia, entre otros)”.

Se podría decir que al igual que en el mercado de los vehículos eléctricos, China en un principio dio entrada a jugadores extranjeros, como sucedió con Tesla, y luego fue imitando sus modos de producción, y generando marcas tan o más fuertes que las primeras, como pasó con BYD, y como está pasando con Silver Heights y otras bodegas que no paran de ganar premios en exhibiciones de todo el mundo. Estos nuevos enólogos chinos, con formación por paso en Francia, convirtieron a su país en la revelación del “nuevo mundo del vino”.

Es interesante además el aporte que puede hacer China en temas que son ahora investigados por la OIV como el uso de blockchain para una mayor calidad de producto. En este año se realizaron de manera virtual reuniones de trabajo, incluyendo a referentes de distintas partes del mundo, como fue el caso de Sewell, y también de especialistas chinos.

En definitiva, se vienen meses muy interesantes que marcarán los próximos años de la industria, y en los que China, así como en otros planos, también tendrá la voz cantante.

Acerca de la OIV

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) es la organización intergubernamental de referencia con una misión científica y técnica en el rubro.

Hoy en día la OIV cuenta con 50 Estados miembros, países productores y consumidores de uva y vino, que representan el 75% del área de viñedos del mundo, el 87% de la producción mundial de vino y el 71% del consumo mundial de vino.

Dos veces al año, más de 500 expertos trabajan juntos para evaluar, discutir y aprobar por consenso las resoluciones que conciernen a viticultura y uvas de mesa; enología y métodos de análisis; leyes y economía de la viña y el vino; salud y seguridad del consumidor

Por más de 100 años  la OIV ha estado a la vanguardia de los problemas globales de la viña y el vino, proporcionando estándares, orientación e información para el sector vitivinícola.

El vino en China y el mundo, en datos

Según datos de la organización, China es hoy el 9° mercado mundial en cuanto al consumo de vino, y el 3ro en cuanto a superficie plantada, sólo detrás de dos titanes históricos: España y Francia.

Actualmente se está produciendo un fenómeno comentado por varios expertos, que es que se está dando una paridad pocas veces vista entre el consumo de vinos tintos y blancos. En 2024, en el marco de la Vinexpo Asia en Hong Kong, comerciantes de Shanghái mencionaron que los vinos blancos representan un 40% de las ventas totales, dando cuenta del parejo escenario de preferencia de los consumidores.

Por otro lado, el actual contexto de producción china, así como medidas como las sanciones a Australia, país al cual se le aplicaron aranceles a sus vinos, está generando un enorme problema para sus productores, los cuales están quemando sus campos, ya que tienen cerca de 2 años de mercadería aún sin vender. China está dejando de ser un país al cual vender excedentes de vino, quedando aún la atractiva plaza de los vinos finos, de mayor precio y calidad.

Tal como indica el último reporte “the State of the World Vine and Wine Sector in 2023” publicado por la OIV, el año fue malo en comparación con los anteriores, reportando una caída en el área productiva en todo el mundo, así como una menor producción total fruto de las extremas condiciones climáticas que se dieron. Estos factores han impulsado hacia arriba el precio internacional del vino, complicando el consumo (especialmente en los segmentos más bajos) local, pero también el comercio internacional. El mercado del vino se comporta de manera elástica en las gamas bajas, pero es inelástico cuando se trata de vinos premium, lo cual exige una gestión delicada para cuidar la rentabilidad del negocio.

Asimismo, la tendencia general hacia la disminución del consumo de alcohol en la sociedad, está llevando a que el mercado, hasta entonces concentrado en grandes grupos como Diageo y Pernod Ricard, empresas que engloban a la gran mayoría de las marcas de bebidas alcohólicas más conocidas, están vendiendo su parte en el negocio de los vinos.

Categorías: China

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