El Partido Comunista de China convocará la tercera sesión plenaria de su 20º Comité Central del 15 al 18 de julio en Beijing para discutir la cuestión de una mayor profundización integral de las reformas y el avance de la modernización china.

Según informa CGTN, la reforma y la apertura “constituyen la segunda revolución de China, un viaje monumental de desarrollo y progreso tanto para China como para el mundo. Este proceso ha transformado profundamente a China y ha tenido un impacto significativo en el panorama global”.

En ese marco, el programa CGTN First Voice ha elaborado una serie de seis partes “Hacia un futuro más brillante: la reforma y apertura de China en una nueva era” para profundizar en los logros de China en los ámbitos económico, político, social y ecológico desde el período de reforma y apertura, explorando las direcciones y medidas para que China continúe y promueva la reforma integral.

La globalización económica, dice la nota, “representa una tendencia predominante en el desarrollo de la sociedad humana. Sin embargo, en los últimos años, la globalización se ha topado con importantes desafíos planteados por la geopolítica, el proteccionismo comercial y la pandemia de COVID-19. No obstante, China, como segunda economía del mundo y principal nación comercial, ha seguido firmemente una política de apertura de alto nivel”.

A pesar de diversos factores contrarios a la globalización, agrega, “ha defendido varias iniciativas globales, emergiendo como un pilar del sistema multilateral global de cooperación económica y comercial. China, centrándose en su propia práctica de apertura, también ha proporcionado una referencia útil para el desarrollo de la globalización en tiempos difíciles”.

Indica que “la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) representa el esfuerzo exitoso de China para practicar el concepto de construir una comunidad con un futuro compartido en el ámbito del desarrollo económico y comercial internacional”.

Toma como ejemplo el ferrocarril China-Laos, que se extiende desde Kunming en China hasta Vientiane, la capital de Laos. Antes de la inauguración del ferrocarril en 2021, la estación Thanaleng en Vientiane era la única estación de trenes de pasajeros en Laos. La estación era básica y los trenes viejos. Desde allí, la gente tomaría un viaje de 15 minutos en tren hasta la estación de Nong Khai en la vecina Tailandia para continuar su viaje. Esto subraya por qué el Ferrocarril China-Laos es una de las principales prioridades del gobierno de Laos, ya que encarna la aspiración de la nación de transformarse de un país sin salida al mar a uno conectado por tierra.

Desde su inauguración en 2021, el ferrocarril China-Laos ha experimentado un sólido tráfico de pasajeros y mercancías. El viaje de Kunming a Vientiane, que se puede completar en un día, ha facilitado significativamente los viajes entre los dos países y ha reforzado el turismo y la cooperación comercial. Por este “corredor de transporte dorado” se transportan mercancías de numerosos países de la ASEAN.

Otro ejemplo es el del arroz glutinoso de Laos y los durián tailandeses que pueden llegar a los consumidores chinos en sólo tres días. Más allá del comercio, el ferrocarril ha estimulado el empleo local, contratando a más de 3.500 trabajadores laosianos y creando indirectamente más de 100.000 puestos de trabajo en logística, comercio y turismo. Este desarrollo ha permitido a muchos jóvenes de las regiones montañosas de Laos salir de sus aldeas y relacionarse con el resto del mundo.

El Ferrocarril China-Laos es simplemente una instantánea de la BRI y la apertura de China al mundo en la nueva era. Proyectos de infraestructura como el ferrocarril, el ferrocarril de alta velocidad Yakarta-Bandung en Indonesia y el proyecto de transmisión de ultra alto voltaje Belo Monte en Brasil, que transporta energía hidroeléctrica limpia del norte al sureste, junto con iniciativas educativas como el Taller Luban que proporciona capacitación vocacional, no sólo mejora la cooperación económica entre China y los países participantes, sino que también ayuda a abordar los obstáculos técnicos y de infraestructura de larga data en muchas naciones en desarrollo, allanando el camino para su ascenso económico.

Fundamentalmente, según el informe de CGTN, el principio de la BRI de “beneficio mutuo y cooperación de beneficio mutuo” está libre de ideologías, valores o condiciones de cambio político, lo que contrasta marcadamente con el orden global tradicionalmente dominado por los países desarrollados. Según un informe del Banco Mundial, se espera que, una vez plenamente implementada, la BRI impulse el comercio entre los países participantes entre un 2,8 y un 9,7 por ciento, el comercio mundial entre un 1,7 y un 6,2 por ciento y el ingreso real mundial entre un 0,7 y un 2,9 por ciento para 2030″.

Paralelamente, el establecimiento de zonas de libre comercio marca un hito en la nueva era de apertura de China. Desde la inauguración de la primera zona piloto de libre comercio de China en Shanghai en 2013, el número se ha ampliado a 22. Estas zonas se han convertido en plataformas cruciales para el impulso de China hacia una liberación independiente centrada en innovaciones institucionales.

A través de innovaciones institucionales como la desvinculación de las licencias comerciales de los permisos de operación, el reconocimiento mutuo de las calificaciones y las ventanillas únicas de servicio, estas zonas han logrado avances significativos en la simplificación de los procedimientos administrativos, la mejora del entorno empresarial, la mejora de la eficiencia aduanera y la revitalización de las actividades empresariales. Un entorno institucional y empresarial de alta calidad se está convirtiendo en una ventaja fundamental para China después de que el país haya cosechado su dividendo poblacional.

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