Una conferencia sobre Victoria Ocampo y María Rosa Oliver (“La grieta que no fue”, será su título) ofrecerá en Mar del Plata la profesora Mercedes Giuffre el sábado 13.

Será a las 17 horas en Matheu 1851, Villa Ocampo, en el marco de un ciclo llamado “Chicas Malas” que auspicia el Municipio marplatense.

Giuffre abordará el viaje de Oliver a China, donde entrevistó al presidente Mao Zedong junto a otros intelectuales argentinos en 1952, y también sus contrastes y cercanías con la fundadora de la Revista Sur, en cuyo consejo editorial también revistaba Oliver.

Para Giuffre, según adelantó a DangDai, “la palabra viaje encanta por si misma y en la práctica. Constituye una transición de lo familiar a lo desconocido, la búsqueda de algo distinto, parte de un viaje interno que conlleva cada transición desde el viaje en sí mismo, al proceso de dar a conocer los frutos de dicho viaje.Todo viaje implica una transformación”

Señaló también, como seguramente abundará en la charla, “la China de Mao representaba en los tempranos años de la revolución iniciada en 1949 para María Rosa Oliver, en el inicio de su desencanto con el Partido Comunista,  el éxito en China de un ideal de sociedad, de revolución, de un propósito, de una misión, de un absoluto. La ventaja de Oliver es que construye su discurso con una alteridad sin prejuicios, ni estereotipos condicionantes, dentro de un eje problemático central: la relación conflictiva entre el campo intelectual y la dinámica particular de la política partidaria”.

La expositora cree que “María Rosa experimenta una fascinación por esta nueva sociedad. Es la nueva China de Mao Zedong, de quien poco se conocía en Occidente, excepto por las referencias a la Larga Marcha;  红军长征,  Hóng Jūn Cháng Zhēng),  (Octubre 1934 a Octubre 1935). Oliver fue recibida personalmente por Mao Zedong y comprendió perfectamente el escenario político y social de la China anterior a Mao, a quien describió sagazmente así: ‘Mao es ante todo un político. La milicia y la estrategia militar son en él fenómenos políticos. La guerra civil fue una guerra revolucionaria. Chiang Kai Shek representaba la persistencia del viejo sistema, el estado semicolonial, la explotación extranjera, el predominio de la camarilla envilecida, el régimen del terror’ Siguiendo con el pensamiento de Oliver, comparando la vieja y la nueva China, ella cita  a Mao Zedong cuando dice: ‘Quien no conozca la China antigua, no podrá explicarse la China de Hoy‘.”

Este viaje a China hizo renacer en Oliver nuevas esperanzas de esa sociedad ideal que ella anhelaba, ante el creciente desencanto  de los intelectuales con la URSS.