Adivina adivinador, los jóvenes chinos se abrazan al oráculo
En el siguiente artículo, el autor reporta la nueva tendencia joven del uso de los oráculos para anticipar el futuro, y el lucrativo mercado que se está generando alrededor. Luces y sombras de un hábito que preocupa a algunos académicos.
Por Lucas Gualda, para DangDai
“Para una versión del ‘I ching’”, de Jorge Luis Borges, poema presente en el prólogo de la edición en español de la versión del Libro de las Mutaciones (i Ching) de Richard Wilhelm (1979).
El porvenir es tan irrevocable / como el rígido ayer. No hay una cosa / que no sea una letra silenciosa / de la eterna escritura indescifrable / cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja / de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida / es la senda futura y recorrida. / El rigor ha tejido la madeja./ No te arredres. La ergástula es oscura,/ la firme trama es de incesante hierro,/ pero en algún recodo de tu encierro/ puede haber un descuido, una hendidura./ El camino es fatal como la flecha/ pero en las grietas está Dios, que acecha.
Quien escribe estas líneas ya se ha referido en otros momentos de las tendencias de los jóvenes chinos, a quienes les ha tocado vivir tiempos inciertos, y en consecuencia recurren a los billetes de lotería con premio instantáneo, las apuestas, y otras fuentes de dinero inmediato. Hoy es el turno de los oráculos. Tanto el iChing como el tarot, entre otros, se han vuelto populares entre los jóvenes. A continuación veremos el porqué del auge de la adivinación en China, así como los peligros que encierra.
Es necesario indicar primero que el principal motivo que impulsa el recurrir a estas consultas es paliar su miedo a un futuro inestable (la tasa de desempleo juvenil ronda el 20%), en un contexto de una sociedad y una economía que se están reconfigurando, y que a la vez, paradójicamente, necesita de los individuos de esta franja etaria más que nunca. Pero quienes definen las políticas públicas aún no dan en la tecla para cautivar a los jóvenes, instarlos a formar familia y dejar descendencia, y así evitar que el país envejezca.
Los chinos de las nuevas generaciones se están haciendo su camino al andar, y en consecuencia, generando nuevas oportunidades de mercado que quizás, terminen logrando que al menos algunos de ellos salgan de esa “matrix” y dejen de temer al futuro, porque lograron asegurarse el presente. Algunos ya lo han logrado, ya que gracias a la masividad de las redes sociales, se han vuelto influyentes “terapeutas” de iChing, tarot, y horóscopo occidental, ganando mucho dinero en el proceso, pero a costa de bastardear herramientas, y de dar información imprecisa a quienes aún siguen atrapados.
El iChing, traducido en Iberoamérica como el “libro de las mutaciones”, y en países de habla anglosajona como “The classic of changes” (El clásico de los cambios)”, es una de las fuentes de cultivación personal más antiguas de la civilización china, originado en la era Zhou del Oeste (años 1000-750 d.C.), y considerada uno de los primeros textos filosóficos, precedente a otros clásicos como los de Confucio, Mencio, y Lao-Tze, entre otros.
El método adivinatorio del iChing, aunque sencillo, consiste en arrojar 3 monedas 6 veces ante una consulta específica (sin ambigüedades) anotar el hexagrama que se genera, y acudir al oráculo que nos ofrece su sabiduría para las 64 posibles formas que existen. Va mucho más allá de un consejo puntual. Su mayor poder reside en la interpretación que hagamos del resultado de la tirada. Es una gran herramienta para el crecimiento personal, cuyos efectos van mucho más allá de lo inmediato.
Sin embargo, el uso que le están dando los jóvenes al iChing ha suscitado críticas entre los académicos. El diario South China Morning Post relató en el mes de octubre de 2023 acerca del accionar por parte de las autoridades chinas, valiéndose de la Ley de Sanciones de la Administración de Seguridad Pública de China, deteniendo a varios “terapeutas” y exhortando a dar de baja sus servicios a varias aplicaciones que ofrecían oráculos en línea.
Estas apps conectaban a los usuarios con un terapeuta en línea que, ya sea con tarot, iChing o horóscopo astrológico, contestaba sus preguntas (del tipo “¿volverá mi ex?”, “¿conseguiré trabajo el próximo mes?”, “¿mi pareja me conviene?”) con una soltura impropia quizás para la intimidad de la pregunta y el efecto que la respuesta pueda tener en quien solicita saber. Para el gobierno chino esto es equivalente a diseminar información falsa y atentar contra el orden público, siendo ese motivo suficiente para solicitar su cierre.
Pero hecha la ley, hecha la trampa. Las aplicaciones anularon la función del oráculo en línea, pero se reconvirtieron en apps de “estilo de vida”. Según datos de la Asociación China de Ciencia y Tecnología, en 2021 una investigación estimó que 1 de cada 4 chinos cree en supersticiones, por lo que se da por sentado que los chinos continuarán recurriendo a los oráculos. Ese mismo informe cuenta que un usuario llegó a pagar el equivalente a USD 1200 en consultas. Basta con multiplicar por millones para hacerse una idea de lo lucrativo que puede ser este mercado para los desarrolladores de las apps y los terapeutas en línea.
Este uso incorrecto del iChing para la adivinación motivó a la Fundación Sinological (Instagram: @sdcf.sino) a ejercer su derecho a réplica escribiendo una solicitada, la cual fue publicada en el mismo diario, que es además el principal medio de la región sur del país (Cantón, Hong Kong). En dicha misiva, expresan su temor de que los jóvenes se aferran a técnicas como el i-Ching desde una perspectiva errónea, utilizándolo para predecir el futuro, y no como una herramienta de crecimiento personal. Consultado al respecto a Federico Mina, licenciado en Filosofía, actual asesor de la Fundación e investigador del Conicet, la carta se inspira en lo que ellos creen como una mala interpretación del libro del iChing, el cual es además uno de los libros clásicos de la filosofía china que reúne a los académicos de esta institución regularmente para su estudio.
Para Mina, si bien en primer lugar, “el libro de las mutaciones fue en su origen un libro de adivinación, no se suponía que debiera utilizarse para cuestiones relativamente poco importantes, como si tu ex va a volver con vos o ejemplos similares. El uso de libros clásicos era usado en la antigüedad para determinar cuestiones relativas a rituales importantes y momentos críticos en la vida de las personas”. Sostiene además que “el uso de un libro clásico de ese modo sólo es un modo de extraer dinero de personas que se encuentran en un momento de mucha ansiedad, y en lugar de trabajar de manera seria para resolver las situaciones, proveen una respuesta fácil que carece de todo valor predictivo”.
También añade que el iChing es “mucho más que un libro adivinatorio, sino uno que posee un contenido filosófico profundo que contradice la adivinación simplista”, interpretación aceptada generalmente por ignotos pero también por expertos. El Clásico de Cambios “no sostiene que uno debe esperar pasivamente un futuro ya predeterminado, sino que uno debe trabajar constantemente para fortalecerse a sí mismo (自強不息 zi qiang bu xi)”.
Pasando al tarot, me impactó personalmente cuando, recorriendo el SoHo de Beijing, encontré un “café tarot”. En otro momento habría sido impensado, pero hoy en día no son pocos los cafés temáticos a los que se puede ir a tomar una taza de infusión, comer algo y además, tener una sesión de tarot con un terapeuta. También en la virtualidad son cada vez más las jóvenes que se le animan a los arcanos. Tanto en Douyin (TikTok), Weibo como en Xiaohongshu abundan los ejemplos, se cuentan alrededor de 30 millones de posteos relacionados con temas esotéricos.
En coincidencia con Mina, pregunté a la tarotista argentina Lara Villarreal acerca de las bondades de recurrir al tarot como una herramienta para el crecimiento personal, más allá del alivio que pueda dar para analizar un hecho inmediato. Ella sostiene que “el tarot como una herramienta terapéutica, es una herramienta súper valiosa para conocerse uno mismo y explorar nuestro interior. Nos puede ayudar a entender mejor nuestras emociones y pensamientos. A descubrir patrones de comportamiento, y a ver, principalmente las cosas desde otra perspectiva”.
A su vez advierte ante un uso incorrecto del método, como por ejemplo “depender demasiado de las cartas para tomar decisiones o hacer interpretaciones fatalistas que solo generan miedo”. También advierte que “sin ofrecer principalmente diagnósticos médicos o psicológicos sin ser profesionales en el tema, el tarot terapéutico es una herramienta, pero de ninguna manera va a reemplazar la terapia adecuada”.
Esta moda por los oráculos se mudó también, valga la redundancia, al mundo de la moda. Marcas de lujo como Vivienne Westwood o Tiffany’s, han recurrido históricamente al mundo de lo esotérico para dar un toque especial a sus prendas y joyas. En el mercado chino esto no ha sido la excepción. Muchas jóvenes admiten que compraron productos de estas marcas, a los cuales les asocian propiedades mágicas, como que permiten que el jefe no te grite, o encontrar al amor de tu vida. Muchos de estos objetos están inspirados en el horóscopo occidental y el iChing.
Por supuesto que para las marcas es positivo asociarse a estos “poderes”, dado que incrementa su imagen, así como la fidelidad de los clientes. El sitio Jing Daily cuenta que Gucci presenta semanalmente un horóscopo occidental en su micrositio de WeChat; la firma Christian Dior decora sus locales con enormes mariposas, las cuales tienen gran consideración en el feng shui, como criaturas que representan la prosperidad y la buena suerte. En el primer trimestre del año, las ventas de joyas de oro con diseños de mariposas fueron de 200 millones de unidades, un 45% por encima del mismo período del año anterior. Cifras que confirman el poder que tiene el esoterismo para animar a un mercado.
Para cerrar, una reflexión final de Mina que siento es útil para todos los lectores en estos tiempos complejos, y que además termina de echar por tierra la idea de que se puede usar trivialmente el iChing: “Más allá de que existan momentos propicios para hacer o no una acción, cualquier decisión debe provenir desde el deseo de madurar como un individuo virtuoso (君德 junde), capaz de actuar con empatía hacia los otros (仁 ren) y siendo cauto ante los riesgos hacia sí mismo o la sociedad. El uso individualista del libro para determinar trivialidades que nada tienen que ver con el proceso de crecimiento personal representa un malentendido que sólo puede remediarse con una lectura profunda del libro, y no con un mero uso adivinatorio sobre cuestiones triviales”.
Como se ve, la juventud china es una constante fuente de novedades e innovación. Paradójicamente, el cambio es quizás la única certeza que podamos tener.
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