Beijing responde al G7

18 junio, 2024

A escasos días de la cumbre celebrada en Italia, Beijing rechazó en forma oficial la “arrogancia, prejuicios y mentiras” del comunicado final del encuentro del G7, al tiempo que denunció que el foro internacional “se ha convertido en un instrumento político para perpetuar la supremacía de Estados Unidos y Occidente”.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, fue el encargado de hacer público el malestar del gobierno frente a “comentarios irresponsables sobre la situación en el estrecho de Taiwán, y cuestiones relacionadas con el Mar Oriental y Meridional de China, Hong Kong, Xinjiang, Xizang, y el supuesto ‘exceso de capacidad china’”.

En su habitual conferencia de prensa, el funcionario destacó que el G7 “volvió a exagerar” los temas vinculados con China, “calumniando con acusaciones infundadas que carecen de base fáctica, fundamentos legales y cualquier sentido de moralidad, lo cual es un cliché lleno de arrogancia, prejuicios y mentiras”.

“El G7 no representa al mundo, sólo al 10 por ciento de la población mundial. Su participación en la economía ha ido disminuyendo e, incluso, combinados contribuyen menos que China al crecimiento económico global”, precisó Lin.

Para el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, “el G7 se ha desviado desde hace mucho de su propósito original de coordinar la estabilidad del entorno económico mundial, y se ha convertido cada vez más en un instrumento político para perpetuar la supremacía de Estados Unidos y de Occidente”.

“Impone sus propias reglas y decisiones por encima de los propósitos y principios de la Carta de la ONU y del derecho internacional, y ha perdido su credibilidad entre la comunidad internacional. Actúa contra la tendencia mundial de desarrollo pacífico”, añadió.

Lin sostuvo que “mientras afirma que salvaguarda la paz mundial, el G7 sigue trazando líneas para diferenciar ideologías y valores, exagerando la falsa narrativa de ‘democracia contra autocracia’, formando agrupaciones exclusivas e incitando a la confrontación de bloques, avivando las llamas y eludiendo responsabilidades en conflictos regionales, enviando buques y aviones militares a la región de Asia-Pacífico para crear tensiones, y dotando de armamento a Taiwán para amenazar la paz y la estabilidad en el estrecho”.

“El G7 —agregó— ya no está en el camino correcto de la cooperación de ganancia compartida. Estados Unidos ha generalizado en repetidas ocasiones el concepto de seguridad nacional, ha abusado de las medidas de control de las exportaciones, ha desplegado sanciones unilaterales, ha perseguido ferozmente a las empresas chinas y ha alentado a sus aliados a adoptar las mismas medidas equivocadas, lo que viola gravemente los principios de la economía de mercado y la competencia justa, y perturba el orden económico y comercial internacional”.

Al referirse a las acusaciones del G7 sobre el “exceso de capacidad china”, el funcionario respondió que se trata de “una excusa para el proteccionismo que socava el esfuerzo mundial para una transición verde y de bajas emisiones de carbono”.

Para Lin, el G7 es el “verdadero responsable de la coerción económica, ya que sigue politizando y armando el comercio, lo que supone un retroceso en nuestro mundo globalizado, donde los intereses de los países ya están profundamente integrados”.

El viernes pasado, los líderes del G7 anunciaron su compromiso para castigar con “robustas acciones” y “medidas restrictivas” a entes de China y de otros países que estén ayudando a Rusia en la guerra contra Ucrania, según el comunicado final.

Las medidas restrictivas invocadas podrían incluir sanciones a controles de exportaciones para “prevenir el abuso” y restricciones al acceso de sus sistemas financieros a esas entidades, incluidos bancos y empresas chinas.

Estados Unidos ha mantenido a cautela a la hora de implementar sanciones contra los grandes bancos chinos, debido al efecto que podría tener en la economía global y su impacto en las relaciones entre Washington y Beijing.

A pesar de ello, el tono de EE.UU. ha ido subiendo en los últimos meses y, justo un día antes de la cumbre, se anunciaron sanciones contra 300 individuos y organizaciones, incluidas empresas chinas acusadas de vender chips a Moscú que supuestamente se utilizan en la fabricación de armamento para la guerra en Ucrania.

Por otro lado, los líderes del G7 también expresaron su preocupación sobre las prácticas comerciales “injustas” de China y aseguraron que, aunque no quieren impedir el crecimiento del gigante asiático, desean que Beijing se atenga a las normas que rigen el comercio internacional, según el comunicado.

Categorías: China

PUBLICAR COMENTARIOS