Cátulo Castillo en mandarín
Sus tangos “Desencuentro” y “La última curda”, emblemáticos del género, acaban de ser traducidas al mandarín por el periodista y organizador de milongas chino Ou Zhanming, alias Gaviota, que desembarcó en Buenos Aires hace 20 años y su pasión lo convirtió en una suerte de embajador del tango entre ambos países.
La iniciativa fue celebrada por Carlos Castillo, hijo del poeta argentino Cátulo Castillo, autor de esos tantos: “El saber que esos versos de mi padre se encontraban al alcance de más de mil cuatrocientos millones de personas que a más de 20.000 kilómetros de distancia podrán leer y cantar fue impacto tremendo para mí”, destacó, en esta nota de El Ciudadano.
Tras la reciente traducción de los tangos La última curda y Desencuentro, Gaviota Ou resaltó que “la obra de Cátulo Castillo está vigente, no sólo en Argentina sino también en China. Un tango que siempre me provoca melancolía es La Cantina. Nací en una isla de sur de China, donde había muchas cantinas cerca de la playa. Cuando los pescadores volvían con sus barcos, siempre escondían su vida en las cantinas, tomando alcohol para pasar los tiempos”.
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