Por Zhou Qin (*), especial para DangDai. Los migrantes chinos tienen una larga historia de inmigración a América Latina. Hoy en día, los chinos se distribuyen principalmente en Brasil, Perú, Venezuela, Panamá, México y otros países.

En la década de 1960, Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba se encontraban entre los 20 mejores lugares para vivir de los chinos. Hasta ahora, los chinos siguen siendo un grupo social importante en Brasil, Perú y otros países. Se estima que hay un millón de chinos en Brasil, la mayor población china en América Latina.

Después de años de desarrollo, los chinos se han integrado cada vez más en sus países anfitriones a través de la educación, el desarrollo económico, los matrimonios mixtos y la conversión religiosa, y han participado ampliamente en la agricultura, el comercio, las industrias manufactureras y de servicios locales, desempeñando un papel importante en la vida social y económica local y su desarrollo. Por ejemplo, en el ámbito agrícola, los chinos traen consigo las tradiciones y la experiencia de su ciudad natal para dar forma al sistema de plantación local. En el campo comercial, los chinos se dedican al comercio, operando restaurantes, supermercados, venta al por mayor y de pequeños productos básicos, entre otros negocios. También participan activamente en proyectos de ingeniería, medicina, derecho, educación, medios de comunicación y otras industrias, inyectando vitalidad a la economía local, creando oportunidades de empleo y promoviendo la diversificación económica.

A medida que aumenta el flujo de migrantes, han surgido algunas características nuevas. Por ejemplo, el lugar de origen de los inmigrantes se ha diversificado. Los inmigrantes ya no sólo provienen de las ciudades de origen tradicionales de los chinos de ultramar, Guangdong y Fujian, sino que también se han expandido a nuevas ciudades de origen en el exterior, como Zhejiang, Jiangsu y Sichuan.

La actividad económica de la comunidad china de ultramar en América Latina es más diversa. Además de las inversiones empresariales tradicionales, los chinos también están explorando el emprendimiento tecnológico, el comercio electrónico, tecnologías de la información y otros campos.

El estatus social de los chinos ha mejorado significativamente y se han integrado con éxito en la sociedad local. Sin embargo, en algunas zonas también enfrentan nuevos desafíos: no están familiarizados con los procedimientos judiciales, enfrentan disputas sobre la tierra y los recursos hídricos y no comprenden las lenguas indígenas ni las tradiciones sociales locales.

La comunidad china de ultramar en América Latina ha ganado mayor voz e influencia con la ayuda de las redes sociales y las plataformas en línea. Comparten sus vidas y opiniones a través de dichas plataformas, dan forma a la imagen de China, difunden la cultura tradicional china y promueven los intercambios y el entendimiento entre los chinos y los latinoamericanos.

Los chinos de ultramar en América Latina se han convertido en actores importantes en los asuntos políticos y sociales locales. Participan en la política local y en organizaciones comunitarias, luchan por los derechos e intereses de la comunidad china y las minorías étnicas, promueven la justicia social y la igualdad étnica, prestan atención a los asuntos sociales en el país anfitrión y brindan soluciones a los problemas comunitarios y el sustento de las personas.

Los chinos de ultramar en América Latina han promovido cada vez más el desarrollo común de China y América Latina a través de la inversión, el comercio y los intercambios entre pueblos. Se han integrado activamente con los latinoamericanos a través de intercambios culturales. Han preservado sus propias tradiciones culturales y al mismo tiempo han promovido la difusión de la cultura china en América Latina. Esta contribución puede explicar por qué el poder blando de China está aumentando en América Latina.

Cabe señalar que los chinos de ultramar en América Latina también han promovido el desarrollo de China. Los chinos de ultramar están profundamente involucrados en el mercado latinoamericano, promoviendo el flujo bidireccional de bienes, personas y tecnologías, impulsando el desarrollo económico de las ciudades de origen de los chinos de ultramar y apoyándolas para conectarse con la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

Los chinos de ultramar han demostrado patriotismo y responsabilidad social al ofrecer muchos tipos de apoyo a sus lugares de origen en China, particularmente cuando ocurren desastres naturales.

Como dijo una vez el presidente Xi Jinping, los chinos de ultramar tienen un papel importante e irreemplazable en la realización del Sueño Chino y es una tarea importante para el gobierno unirlos estrechamente para que puedan desempeñar un papel más activo en el gran rejuvenecimiento de la nación china.

(*) La doctora Zhou Qin es investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Shanghái