El embajador Wang Wei escribe sobre Taiwan

28 diciembre, 2023

El embajador Wang Wei escribió la nota “Cómo ver correctamente la cuestión de Taiwan”, publicada en Ámbito Financiero, sentando la posición de la República Popular China sobre el tema.

Reproducimos a continuación el artículo de Wang Wei.

Salvaguardar la unidad nacional y la integridad territorial es el sublime derecho de todos los países soberanos. La cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses vitales de China, es la base política del desarrollo de las relaciones exteriores de China y es la primera línea roja que no se permite cruzar.

¿Cuál es la esencia de la cuestión de Taiwan? La cuestión de Taiwan es asunto interno de China. Taiwan forma parte de China desde la antigüedad. Ambas orillas de estrecho de Taiwan pertenecen a una sola China. Taiwan forma parte inalienable del territorio chino. Este es el verdadero status quo del estrecho de Taiwan.

En 1943, los dirigentes de China, Estados Unidos y Reino Unido publicaron la Declaración de El Cairo, estipulando claramente que los territorios chinos usurpados, como Taiwan y las islas Penghu, debían ser devueltos a China. La Proclamación de Potsdam de 1945 reafirmó que será implementado lo estipulado en la Declaración de El Cairo.

La Resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1971 reconoce que los representantes del Gobierno de la República Popular de China son los únicos representantes legítimos de China en las Naciones Unidas. Sobre la base del principio de Una Sola China, China establece relaciones diplomáticas con 182 países del mundo, con Argentina incluida. A pesar de que todavía no se ha reunificado por completo ambas orillas de estrecho de Taiwan, por la Guerra Civil hace más de 70 años y las injerencias externas, la soberanía y el territorio de China nunca han sido divididos ni se permite en absoluto ser divididos.

¿En qué radica la causa fundamental de la tensión actual en el estrecho de Taiwan? De 2008 a 2016, ambos lados del estrecho de Taiwan crearon una situación de desarrollo pacífico de las relaciones interribereñas sobre la base política de Consenso de 1992 de que ambos lados del estrecho se atienen al principio de Una Sola China, manteniendo así la situación pacífica y estable en el estrecho de Taiwan.

Sin embargo, las autoridades de Tsai Ing-wen, al asumir el poder, renunciaron a aceptar el Consenso de 1992, se confabularon con las fuerzas externas para contener a China a expensas de intereses de la nación china y recurren a medidas sin escrúpulos para realizar actividades secesionistas, con la intención de hacer borroso y vaciar el principio de Una Sola China.

Esta es la causa fundamental de cambiar el status quo y socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwan. Las fuerzas secesionistas de Taiwan toman el llamado pragmatismo como amparo, la llamada democracia como pretexto, y la llamada paz como excusa bonita, pero no pueden encubrir su maligna intención clandestina de secesionarse del país, lo que solamente traerá enorme daño a la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwan.

¿Dónde está el futuro de Taiwan? La cuestión de Taiwan atañe a los intereses medulares de China. Constituye la aspiración común de todos los chinos la solución de la cuestión de Taiwan y la reunificación completa de la patria. La nación china es amante de la paz. El gobierno central se adhiere a la directriz básica de reunificación pacífica, un país dos sistemas, al promover el desarrollo pacífico de las relaciones interribereñas.

Los compatriotas de ambas orillas de estrecho de Taiwan comparten los mismos orígenes y raíces, y están profundamente integrados en lo económico y cultural. La reunificación pacífica de la patria corresponde más con los intereses integrales de la nación china con los compatriotas taiwaneses incluidos.

Taiwan no tiene otro futuro que reunificarse con la parte continental. Además de ser parte de China, Taiwan no tiene otro estatus en el Derecho Internacional. China no se quedará de brazos cruzados de ninguna manera ante el posible daño a la soberanía nacional, la seguridad y los intereses del desarrollo. La cuestión de Taiwan es puramente un asunto interno de China que no permite ninguna injerencia externa. Nadie debe subestimar la firme determinación, la fuerte voluntad y la potente capacidad del pueblo chino de defender su soberanía nacional y su integridad territorial.

En los más de 50 años de relaciones diplomáticas, China apoya firmemente el reclamo justo de Argentina por la soberanía sobre islas Malvinas, y Argentina se atiene firmemente al principio de Una Sola China. Los resultados de cooperación de ganancia compartida entre ambas partes benefician a ambos pueblos. Confío en que los argentinos, que son amistosos y de buena voluntad entenderán y respetarán el sincero deseo del pueblo chino por salvaguardar el desarrollo pacífico de las relaciones interribereñas y la reunificación del país.

Categorías: Política

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