El nuevo gobierno visto desde Shanghai

13 diciembre, 2023

Doctoranda en la Universidad de Shanghai, Wu Sunpeijing repasa para este portal algunas opiniones que se han expresado en China acerca del triunfo de Javier Milei en las presidenciales y el curso de las relaciones entre Argentina y China.

Con la asunción de Milei, ¿cómo se desarrollarán las relaciones China-Argentina?

Por Wu Sunpeijing, doctoranda del Centro de Estudios de América Latina de la Universidad de Shanghai  

El 19 de noviembre, el candidato de la coalición de extrema derecha La Libertad Avanza, Javier Milei, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, con el 55.80% de los votos escrutados. Se trata de una ventaja de más de 11 puntos sobre el candidato del gobernante partido centroizquierdista Unión por la Patria, el actual ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa. Milei fue elegido como el próximo presidente de Argentina y asumirá oficialmente el cargo el 10 de diciembre, con un mandato de 4 años. Su compañera de fórmula, Victoria Villaruel, fue elegida como vicepresidenta.

La victoria de Milei fue impulsada por múltiples factores, siendo la razón principal atribuible a la situación económica estancada y al empeoramiento constante del entorno social en Argentina. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), la tasa de inflación ha alcanzado más del 140%, con casi el 30% de los hogares en situación de pobreza y más del 40% de la población viviendo por debajo de la línea de pobreza. En el pasado, tanto el gobierno de derecha de Macri como el gobierno de izquierda de Fernández no lograron resolver los problemas económicos y sociales nacionales. Esto llevó al pueblo argentino a buscar un cambio, depositando sus esperanzas en la “tercera vía”. Las propuestas políticas radicalmente agresivas de Milei se alinearon en cierta medida con la psicología del pueblo. Este nuevo presidente, de tertuliano de televisión a un político en poco tiempo, aboga por la adopción del dólar estadounidense como moneda nacional, el fin del control de divisas, la abolición del Banco Central y el enorme recorte del gasto público. Se opone a la educación sexual, las políticas feministas y el ley del aborto, incluso afirmando que eliminará el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Desarrollo Social en Argentina. Además, Milei también respalda la legalización del comercio de órganos y una política de control de armas más laxa. Aunque estas declaraciones pueden parecer sorprendentes e increíbles, sí han generado resonancia entre los argentinos que se sienten hartos de la situación económica decaída.

En cuanto a la política exterior, aunque aún no ha presentado políticas concretas, Milei se ha manifestado repetidamente como un combatiente anticomunista en sus discursos de campaña, utilizando las relaciones con China, las con el Vaticano, los países del BRICS y el Mercado Común del Sur como poderosas armas para captar la atención y ganar votos. Milei afirmó que rompería relaciones con los países comunistas y se negaría a permitir que Argentina se uniese a los BRICS. Tales declaraciones tan radicales han suscitado la atención y la preocupación de muchos académicos, el futuro de las relaciones entre China y Argentina parece incierto.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a pesar de las expresiones irrespetuosas de Milei durante la campaña en temas relacionados con China, las relaciones entre China y Argentina no se verán fácilmente trastocadas por esas palabras. Esto se debe principalmente a las siguientes razones:

En primer lugar, las relaciones entre China y América Latina se han vuelto completamente institucionalizadas. Desde las relaciones comerciales, las de inversión hasta las asociaciones para el desarrollo, las relaciones sino-latinoamericanas han experimentado un desarrollo significativo. Especialmente dentro del marco de la Comunidad de Destino Común para la Humanidad, China ha establecido asociaciones estratégicas con 13 países latinoamericanos, asociaciones estratégicas integrales con 7 de ellos, y asociación estratégica a toda prueba y todo tiempo con Venezuela. América Latina se ha convertido en un lugar crucial para el desarrollo de asociaciones de China, mejorando enormemente la red de relaciones de socios de este país en todo el mundo. Además, reuniones institucionales como el Foro China-CELAC y la Cumbre Empresarial China-América Latina y el Caribe se han convertido en canales importantes para impulsar la cooperación integral, siendo una parte indispensable de la colaboración sino-latinoamericana. La Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, se han convertido en puntos clave para la profundización y mejoramiento integral de las relaciones sino-latinoamericanas, creando un modelo ejemplar para la cooperación Sur-Sur y contribuyendo enormemente al desarrollo económico global.

En 2014, China y Argentina establecieron el Comité Permanente Intergubernamental; ese mismo año, el presidente Xi Jinping realizó una visita de Estado a Argentina, anunciando el establecimiento de una asociación estratégica integral; en 2015, se estableció el Comité de Diálogo Político entre la Asamblea Popular Nacional de China y el Congreso de la Nación Argentina; en 2022, el entonces presidente argentino, Fernández, asistió a la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y ambas partes emitieron la Declaración Conjunta sobre la Profundización de la Asociación Estratégica Integral China-Argentina, subscribiendo Memorándum de Entendimiento sobre la Cooperación en el Marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, entre otros documentos de cooperación; en 2023, Fernández fue invitado a participar en el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional en Beijing. Con los esfuerzos continuos de ambas partes, las relaciones China-Argenytina se han institucionalizado y la cooperación bilateral ha pasado a ser normalizada. Con tal base política tan sólida, la posibilidad de un cambio fundamental es muy baja.

En segundo lugar, la presidencia de un mandatario de derecha no equivale al quiebre de las relaciones entre China y Argentina. En 2015, el candidato de la coalición de derecha Cambiemos, Mauricio Macri, se impuso al candidato de la coalición gobernante Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y fue elegido presidente de Argentina. Al principio de su mandato, Macri también mostró escepticismo y actitudes negativas en cuestiones relacionadas con China, planteando en varias ocasiones la revisión de los acuerdos de cooperación firmados por el gobierno anterior con China. Sin embargo, en la segunda mitad de su mandato, Macri cambió su actitud anterior y promovió activamente el diálogo de alto nivel entre ambas partes. En términos de resultados, durante el gobierno de Macri, la cooperación comercial y el diálogo político entre China y Argentina se profundizaron, con interacciones frecuentes en áreas como inversión, finanzas, agricultura, tecnología, entre otras. Las relaciones bilaterales volvieron a entrar en una fase de desarrollo estable. Por lo tanto, es necesario abordar de manera racional el cambio de partido en el gobierno argentino, evitando una perspectiva pesimista solo porque un partido de derecha está en el poder. La base de la amistad entre China y Argentina no reside en la ideología, sino en la creación conjunta de una situación beneficiosa para ambas partes.

En tercer lugar, los fructíferos logros alcanzados por China y Argentina en la cooperación económica y comercial son congruentes con los intereses nacionales argentinos. Actualmente, China ha sido el segundo mayor socio comercial de Argentina y el mayor mercado de exportación de productos agrícolas, también el tercer origen de inversiones extranjeras en este país. Según los datos de la Aduana China, en el año 2022, el volumen de comercio bilateral entre China y Argentina alcanzó los 21,362 millones de dólares estadounidenses, con un aumento interanual del 20%, donde las importaciones ascendieron a 8,593 millones de dólares y las exportaciones alcanzaron los 12,769 millones de dólares. Las inversiones de China en Argentina se centran principalmente en sectores como infraestructura, minería, energía y agricultura. Aunque no alcanzan el volumen de inversión de Estados Unidos y Europa, su tasa de crecimiento supera ampliamente la media, con un aumento interanual del 223% en el primer trimestre de este año y un volumen total de 162 millones de dólares.

Además, el acuerdo de intercambio de monedas entre China y Argentina no solo proporciona fondos necesarios para Argentina, que enfrenta una alta carga de deuda, para evitar una crisis de incumplimiento, sino que también alivia la presión sobre la devaluación de la moneda argentina. En este sentido, el sólido respaldo de China a Argentina en áreas como el comercio, la inversión y las finanzas es una realidad que no puede ser ignorada. Profundizar la cooperación económica y comercial es una medida efectiva para que Argentina supere sus dificultades económicas.

Lo que el gobierno de Milei debe comprender es que, la noción de que las relaciones económicas y comerciales son decisiones tomadas por individuos y no por naciones es completamente infundada. Mantener estrechos lazos económicos y comerciales mientras se busca romper con China es una idea poco realista. Como señaló Mao Ning, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ningún país podría desarrollar la cooperación económica y comercial prescindiendo de las relaciones diplomáticas. Romper las relaciones con grandes países como China sería un grave error diplomático para Argentina.

En cuarto lugar, el gobierno de Milei ya ha comenzado a transmitir un tono conciliador hacia China. Gabriel Puricelli, coordinador del Programa de Política Internacional del Laboratorio de Políticas Públicas de Argentina, considera que las declaraciones agresivas de Milei sobre China son, por un lado, un intento de aprovecharse del sentimiento negativo de ciertos votantes hacia ciertas ideologías o puntos de vista para ganar votos y, por otro lado, una muestra de la comprensión extremadamente limitada de este político novato sobre las relaciones exteriores. Después de las elecciones, las acciones de Milei han comenzado a contrastar con sus declaraciones anteriores. Por ejemplo, el presidente Xi Jinping expresó de inmediato sus felicitaciones a Milei por su reciente elección como presidente, señalando que China y Argentina son ambos grandes países en desarrollo e importantes mercados emergentes. Ambas partes siempre se han adherido a los principios del respeto recíproco, la igualdad de trato, el beneficio mutuo y la ganancia compartida en sus interacciones. Xi Jinping afirmó que China concede gran importancia al desarrollo de las relaciones bilaterales y expresó su disposición a continuar la amistad bilateral, contribuyendo al desarrollo y la revitalización de ambos países y promoviendo el avance estable de las relaciones China-Argentina. Ante las felicitaciones del presidente Xi Jinping, Milei expresó su agradecimiento y sinceros deseos hacia China en la red social, invitando al presidente Xi Jinping a su asunción, enviando así señales amistosas.

Asimismo, la designada canciller de Argentina, Diana Mondino, anteriormente había declarado que Argentina detendría la cooperación con China y se negaría a unirse a los BRICS. Sin embargo, en entrevistas posteriores, Mondino afirmó que nunca dijo de cortar relaciones con China, expresando en cambio su deseo de mantener relaciones amistosas como las que hubo hasta ahora. Además, Mondino destacó que las relaciones exteriores entre países no deberían estar ideologizadas, ya que eso lo único que generaría era complicar la situación. Mientras se defendían los valores, también era necesario mantener una actitud pragmática.

En resumen, la asunción del presidente Javier Milei debería ser tratada con una perspectiva más racional, y las relaciones China-Argentina seguirán avanzando con rumbo estable. Como señaló Jiang Shixue, profesor distinguido y director del Centro de Estudios de América Latina de la Universidad de Shanghai, sea que esté en el poder un gobierno de izquierda o de derecha, las relaciones entre China y los países latinoamericanos no experimentarán cambios fundamentales, y lo mismo se aplica a las relaciones China-Argentina.

Categorías: Política

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