El presidente chino, Xi Jinping, pronunció un importante discurso con motivo de la ceremonia de inauguración del tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, en Beijing. Xi destacó los ocho principios que elevarán a nuevos niveles el desarrollo de alta calidad en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta.

La capital china, Beijing, dio la bienvenida a jefes de Estado y de Gobierno provenientes de todo el mundo, así como a líderes de organizaciones internacionales.

Ante esta distinguida audiencia, el presidente chino, Xi Jinping, compartió su visión de la cooperación entre los países socios de la iniciativa de la Franja y la Ruta.

“Hemos aprendido que la humanidad es una comunidad de futuro compartido. China solo puede ir bien cuando el mundo va bien. Cuando China va bien, el mundo va mejor. A través de la cooperación en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta, China le abre aún más sus puertas al mundo. Inyectaremos 80.000 millones de yuanes adicionales al Fondo de la Ruta de la Seda. Apoyaremos conjuntamente proyectos de la iniciativa de la Franja y la Ruta con base al mercado y a las operaciones de negocio”, declaró el presidente chino, Xi Jinping.

Texto íntegro del discurso del presidente Xi Jinping.

Sobre el discurso del líder chino, el analista de política internacional Eduardo Vior escribió en Télam que “en clara contraposición con las noticias de sangre y sufrimiento que llegan desde los confines occidentales de Eurasia, asombra la normalidad con la que en la capital china representantes de las tres cuartas partes de la humanidad pasaron estos últimos martes y miércoles proyectando en civilizada convivencia la construcción de un futuro compartido. El presidente Xi Jinping dio de entrada coherencia y dirección a la multitud de acuerdos concertados dentro y al margen del Foro, evaluando los primeros diez años de la iniciativa y presentando los ocho puntos con los que China pretende en el próximo decenio mejorar el rendimiento y la calidad de la cooperación. El contraste entre las bombas sobre la población civil de Gaza y el trato respetuoso con el que tantos países tan diferentes trabajaron en Pekín es el mejor ejemplo de la diferencia entre dos modelos opuestos para transitar de una época a otra de la historia de la humanidad.”

Con información de CGTN

Ver también análisis de Eduardo J. Vior en Télam.