China necesita un Medio Oriente en paz
Desde China, la periodista Leticia Martínez escribe para El Destape que “con la sombra de la cuestionada política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente, China busca presentarse como un actor de paz y de no intervención en esa región.”
Dice el artículo de Martínez que “el gigante asiático asegura que no le interesa intervenir en los asuntos domésticos y que puede jugar un papel clave en las negociaciones pacíficas, como lo demostró este año en su mediación para el restablecimiento diplomático entre Arabia Saudita e Irán. El conflicto en Palestina e Israel se presenta como un desafío para el gobierno comunista, a quien le interesa que haya estabilidad en una región codiciada por sus recursos hidrocarburíferos, fundamental para la administración de Xi Jinping en tanto motor industrial del mundo´´ e intereses estratégicos para el comercio y el planteo de un nuevo orden multipolar.”
Consultado sobre el tema, el director del posgrado en Estudios sobre China de la Universidad Católica de Argentina (UCA), Jorge Malena, explica que “los intereses de China en Medio Oriente se han expandido más allá de asegurarse la provisión de energía, a pesar de su dependencia en la región para abastecerse. Hoy en día, dichos intereses abarcan consideraciones económicas, geopolíticas y estratégicas”.
El especialista destacó además que China tiene un interés estratégico en la estabilidad de los países de la masa continental euroasiática, dado el impacto que pueden tener sus crisis o conflictos regionales en su Iniciativa de la Franja y la Ruta, el megaproyecto de inversiones e infraestructura que cumple 10 años este mes, e incluso la seguridad en su propia frontera noroccidental de Xinjiang. “Por su parte, los países de Medio Oriente perciben que el principio de no interferencia y el compromiso de promover los intereses comunes que sostiene Beijing son una opción atractiva”, agregó Malena.
En tanto, Sebastian Schulz, investigador del Centro de Estudios Chinos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) e integrante del Grupo de Trabajo de CLACSO “China y el mapa el poder mundial”, sostiene: “China hoy ya es el principal país productor y exportador de manufactura a nivel global, es el motor industrial del mundo y ese motor necesita en gran medida de petróleo y gas, un recurso que China no posee en su territorio y que debe importar de otros países del mundo. En este marco, Medio Oriente es uno de los principales países proveedores de recursos energéticos de carácter hidrocarburífero de China y por eso China ha venido intentando constituir acuerdos de cooperación estratégica y acuerdos de reconstitución del diálogo”.
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