Un problema peludo para la diplomacia

2 octubre, 2023

Faltan dos meses y medio para que un grupo de osos panda de China, actualmente en un zoológico de Estados Unidos, regresen a su tierra, lo cual parece haber disparado un chisporroteo diplomático.

Cuenta Pagina12 de este domingo:

Tian Tian, Mei Xiang y Xiao Qi Ji devoran sus tortas de frutas, miel y bambú ajenos por completo a la mirada de cientos de visitantes que los miran con ojos empañados. Y es que esta familia de osos panda gigantes (compuesta por un macho de 26 años, una hembra de 25 y un osito nacido en 2020) están acostumbrados a las miradas porque desde hace tiempo viven en el National Zoo de Washington DC. Sin embargo, el festín tiene sabor a despedida. Porque estos osos serán enviados a China, que tiene los derechos sobre los panda en cautiverio a lo largo del mundo.

Según The Times, esta es la segunda vez que el gigante asiático reclama a sus criaturas peludas, al menos las adultas. La vez anterior fue en 1972, cuando se quebraron las relaciones bilaterales durante el gobierno de Richard Nixon. El asunto, una vez más, escaló hasta convertirse en un desafío diplomático (un auténtico “panda diplomacy”) que ambas naciones están intentando llevar adelante en buenos términos. Es que los conservacionistas chinos recibirán a los osos el próximo 7 de diciembre, luego de haberlos enviado a Estados Unidos en el 2000 a cambio de regalías equivalentes a un millón de dólares anuales. La letra del contrato establece que el osezno nacido en Washington también se va. “Me da pena que se vayan”, dijo Michael, un chico de diez años que viajó desde Brooklyn con sus padres para participar del Panda Palooza, una suerte de fiesta de despedida que seguirá un tiempo e incluirá la proyección de Kung Fu Panda y la exhibición de dibujos que los osos saben hacer, trazados con el bambú (sí, además dibujan). Las autoridades del zoológico esperan la llegada de nuevos osos y mientras tanto, aseguran que “es poco probable que dejemos de vender sus peluches en nuestra tienda”.

David Rubinstein, el millonario que a través de Carlyle Group viene donando la cantidad exorbitante de dólares para la manutención de los pandas cree que un nuevo acuerdo para recibir a nuevos ejemplares sería bueno “para el zoológico y para la estabilidad geopolítica”. “Claro que esto no resolverá los problemas que tienen entre sí Estados Unidos y China pero al menos sería un tema menos con el que lidiar”, razonó. Y es que mientras las relaciones entre los países viran más al blanco y negro, también la situación de los pandas se complejizó. De hecho, otros tres ositos nacidos en Washington fueron enviados a China. ¿Cómo van los osos a Oriente? Mediante un delicado dispositivo a cargo de FedEx, finaliza la nota del suplemento Radar del mencionado diario argentino.

Categorías: Sociedad

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