Con traje de cuello Mao pero en modo siglo XXI, el embajador chino en Argentina, Wang Wei, se presentó ayer por primera vez públicamente en el acto por el Día Nacional de China, en un hotel porteño.

En el 74º aniversario de la República Popular China, fundada el 1º de enero de 1949, por parte del Gobierno nacional asistieron al evento el vicecanciller Pablo Tettamanti, el ministro de Ciencias, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, así como secretarios y subsecretarios de Estado, directores nacionales de distintas carteras, diplomáticos y legisladores nacionales y de CABA.

Asimismo, referentes de la colectividad china en Argentina, académicos y dirigentes políticos también asistieron a la recepción.

Wang leyó un discurso en muy buen español donde habló de la actualidad china y de los lazos con Argentina.

Sobre lo primero, informó que este año la segunda economía mundial crecerá 5,6% (es decir, el doble que el PBI mundial según los pronósticos del FMI) y “así seguirá contribuyendo al desarrollo económico global, la estabilidad y la paz”. En los primeros seis meses de este año, el ritmo anual de expansión es 5,5%, la superación de la pandemia ya ubica a China como el segundo receptor mundial de inversión extranjera directa, la pone al tope de los clusters de ciencia y tecnología y en medio año recorrido de 2023 ya aumentó más de 37% la llegada de firmas internacionales al territorio nacional, dijo.

Wang recorrió logros recientes de la RPCh como la superación de la pobreza extrema, la resiliencia pospandémica y, de ese modo, la llegada a un estadio esperado para el centenario del Partido Comunista gobernante (en 2021): el de una “sociedad modestamente acomodada. Nuestra meta siguiente para el centenario de la RPCh en 2049 es la de ser un país socialista moderno en el marco de la gran revitalización nacional, un país con una gran población y prosperidad común cuyo desarrollo coexista armónicamente con la naturaleza y que sea pacífico, aportando fuerza y confianza a la economía mundial”.

Sobre los lazos con Argentina, rescató entre otras cuestiones la cooperación sanitaria durante el período del Covid19, que “elevó el apoyo mutuo y la confianza política”, las inversiones ferroviarias, la ampliación de una nueva ruta marítima recientemente inaugurada por un grupo naviero chino o los trabajos conjuntos en “agro (donde China, “segundo socio comercial de Argentina, es primero en recibir sus exportaciones” de ese sector, expresó), minería, energía, sector aeroespacial, ciencia y tecnología, medicina, cultura, educación y deportes”. Valoró que en 2022 el comercio bilateral se incrementó 20%. Y también recordó el ingreso ya hace un año de Argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que este año cumple su primera década. “Estamos dispuestos a avanzar juntos”, concluyó, para luego saludar a los chinos presentes en su propio idioma.

“En los últimos años, la Asociación Estratégica Integral China-Argentina mantiene un buen ímpetu, traducida en estrechos intercambios de alto nivel, profundización de la confianza mutua política y apoyo mutuo en los temas tocantes a respectivos intereses vitales”, añadió.

Por el gobierno argentino habló Tettamanti, quien recordó los 50 años de relaciones diplomáticas bilaterales cumplidos en 2022 y la búsqueda de coincidencias con China en materia de desarrollo, lucha contra la pobreza, acciones en favor de energías limpias e innovaciones en la cooperación financiera, como el caso del swap entre los bancos centrales.

El secretario de Relaciones Exteriores agradeció finalmente el apoyo de China al reciente ingreso de Argentina al grupo BRICS.

Ambos funcionarios brindaron luego de sus discursos y tras la entonación de los himnos nacionales y un video demostrativo de la actual pujanza china.

Ver también Xinhua.