El sábado concluyó en Cuba la Cumbre del G77 + China, en la que los 134 países que hacen parte del grupo con el nombre del encuentro ‘Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación’.

El nombre “77” quedó de la conformación inicial desde Grupo que es el mayor dentro de la Organización de las Naciones Unidas, hoy formado por 134 países.

Entre otros líderes, participaron el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y Li Xi, en nombre del presidente de China Xi Jinping y un alto cargo responsable de la disciplina dentro del partido.

Fernández: dijo que el G77 tiene “la oportunidad de exigir igualdad” en este “cambio de época”.

El cierre de la cumbre estuvo marcado las palabras del primer ministro cubano, Manuel Marrero, que habló del éxito del encuentro y lo dio por concluido.

Hubo en La Habana 1.300 participantes de 116 países y de 12 organizaciones y programas de Naciones Unidas, entre ellos, 31 jefes de Estado y Gobierno y 12 vicepresidentes. Asistió el propio secretario general de la ONU, que ahora arranca en Nueva York su Asamblea General anual, Antonio Guterres.

En el texto final se reclamó por un cambio del orden económico, lo que el líder cubano anfitrión Miguel Díaz-Canel denominó como un cambio en las “reglas del juego”; un compromiso a impulsar la cooperación Sur-Sur con énfasis, entre otros temas, en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y Li Xi exhortó a las naciones del grupo a permanecer unidas, respetando las diferencias de sus miembros.

Se rechazó una vez más el bloqueo que sufre Cuba por parte del Gobierno de Estados Unidos y se dijo en el documento que eEl G77+China debe impulsar una poderosa iniciativa global, en el seno de la Organización de Naciones Unidas para que cesen las medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos del mundo, contra todos los países del mundo.

Los países miembros también buscaron que la innovación y la tecnología se abrieran espacio en estrategias para mitigar el cambio climático. Los integrantes del bloque reconocieron que están lejos de cumplir sus metas en esa materia.

Además, hizo eco de una propuesta que ha buscado promover, en sus diferentes intervenciones en cumbres globales, cambiar la deuda externa por compromisos climáticos. Y se avanzó en la reincorporación de México al grupo, del que se fue en 1994.