Desde que se anunció hacia fines de 2021, la ampliación del Barrio Chino porteño ha ido avanzando hasta alcanzar ya una renovada fisonomía.

El megapolo ViaViva, que tuvo una inversión inicial de 45 millones de dólares, surgió entre la calle histórica del barrio, Arribeños, y la franja que liberó el ferrocarril Mitre al ser elevado a ambos lados de la calle Juramento.

La idea es que siga extendiéndose entre el Barrio Chino, Belgrano y Palermo.

En el tramo del Barrio Chino alrededor de la estación Belgrano C, hay una mezcla de propuestas con impronta oriental que ofrece desde grandes marcas hasta emprendedores de origen asiático. La mayoría son locales gastronómicos. Hay marcas chinas y de comida también coreana o japonesa y otras muy conocidas de occidentes en farmacia, heladerías o café que de todos modos lucen algún detalle oriental en la decoración.

“El 80% de la cuadra tendrá una oferta gastronómica, de la cual el 70% será asiática”, dijo en el momento de la inauguración a El Cronista, hacia abril a junio pasados, Tomás Garzón Maceda, director comercial de ViaViva, empresa que ganó la licitación que realizó el Gobierno porteño para la puesta en valor de la superficie y que es presidida por el coreano Sang (Juan) Hak Choe. El acuerdo le concede la explotación por 30 años de las tierras que antes controlaba la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

Por su parte, Elisa Hsueh señaló a La Nación: “Esta generación trajo juventud y vitalidad al barrio y además busca fomentar el diálogo intergeneracional y la interacción cultural no solo entre los asiáticos, sino también entre argentinos y chinos”, cuenta Hsueh.

La última prevista para etapa de la obra es el corredor entre las calle Blanco Encalada y Monroe. Y luego, ya fuera del barrio, vendrán las construcciones en los barrios de Belgrano y Palermo.

Del total de la superficie, el 60% será de uso público, con 52.000 metros cuadrados destinados a áreas comunes y paseos de esparcimiento.