Brigadistas del FMI, némesis del yuan
Una polémica nota de La Nación sobre la supuesta ventaja de tomar deuda con el FMI antes que con China a través de los yuanes del swap, con datos que no parecen ciertos, generó críticas y desmentidas en otros medios.
El columnista de los grupos La Nación y Clarín Carlos Pagni fue cuestionado en varios espacios periodísticos por su insistencia en afirmar con dudosa imparcialidad que las tasas que cobra China por el uso del swap con Argentina son más caras que las que aplica el crédito del Fondo Monetario Internacional.
En su nota, Pagni insiste que la tasa por los yuanes “suele ser muy superior a la que aplica el Fondo o el Tesoro de los Estados Unidos” y que “no está todavía descartado que Massa esté cambiando un crédito barato por uno mucho más caro, un mal negocio que se intentaría ocultar con la emocionante consigna de que ‘le dijimos chau al Fondo’”. En otras notas llegó a decir que EEUU daba tasas a 0%. Lo que él llama “despropósito” lo hace reincidir también el manido y no comprobado argumento de un préstamo que hace muchos años tomó el Gobierno de Néstor Kirchner con Venezuela que, según sus críticos, era más caro que la deuda original que iba a cubrirse. Ahora escribe que “la Argentina ya está prestando un servicio invalorable para China. Le permite exhibirse como prestamista de un país de rango medio, mucho más atractivo que las desamparadas naciones de África o extremo oriente, que reciben de Pekín un trato casi colonial”.
En Página 12, Alfredo Zaiat escribió que “el periodista de derecha admirado por algunas corrientes progresistas y de izquierda escribió en La Nación que la tasa de interés que cobra el FMI es de 3,0 por ciento anual y, por lo tanto, es la más conveniente. No es cierto este dato, como otros que expone habitualmente”. E informa que si bien que la tasa básica de DEG (Derechos Especiales de Giro, la unidad de cuenta del organismo) es de 4,033 por ciento (igual a la del préstamo de Qatar conseguido por el Gobierno argentino) “sube al 5,033 por ciento como rate of charge”. Pero “esta tasa no es la que en definitiva cobra el FMI a la Argentina. Es más elevada porque aplica una sobretasa al crédito original entregado al gobierno de Macri y luego refinanciado por el de Alberto Fernández. El cargo adicional se debe a que el préstamo ha sido desproporcionado a lo que le correspondía al país. Este castigo se impone a los países que toman una deuda del FMI superior a sus cuotas. El adicional es de 200 puntos básicos (2 por ciento). O sea, la tasa efectiva se eleva al 7,033 por ciento”.
En El Cohete a la Luna, Horacio Verbitsky retoma esa nota, valora su esclarecimiento y señala que “esta es, también, la campaña (electoral) de las fake news” y además del tema tasas de interés, que detalla, Pagni también hace “una manipulación política vergonzosa de la selección del Poder Judicial por parte del Consejo de la Magistratura, de la presidencia de la Nación y del Senado”, demostrando que no fue así.
En Cash, Andrés Asiain analiza que “una reciente nota de Carlos Pagni hace lobby en contra del financiamiento chino y se posiciona a favor de organismos dependientes de Estados Unidos como el FMI”. Además del costo financiero real (al FMI “el país se encuentra pagando una tasa mayor al 8 por ciento por un préstamo cuyo plazo de devolución no es sostenible”, el economista del CESO dice que esa nota “omite” además “los condicionamientos políticos que acompañan a los créditos del Fondo”.
“Por el swap chino –instrumento que sirvió no sólo para seguir comerciando con China sino también para hacer frente a los vencimientos del FMI–, el país paga la tasa de interés Shibor (hoy cercana al 2,5 por ciento) más entre 200 y 400 puntos básicos. Es decir, entre 4,5 y 6,5 por ciento, sustancialmente más bajo al costo financiero con el FMI”, agrega.
Asimismo, en su columna por AM530 para el programa Que vuelvan las ideas, el diputado Carlos Heller también negó que sean ciertas las afirmaciones de Pagni.
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