Estos días la Administración General de Aduanas de la República Popular de China (GACC) desarrolla en Argentina una auditoría para autorizar la exportación de frutos secos.

La auditoría se lleva a cabo en conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en establecimientos modelo de pecan, nueces, almendras, pistachos y avellanas (productos clave de esta apertura de mercado) de distintos puntos del país. 

Los Andes informa que la auditoría “es resultado de las gestiones iniciadas en 2015 por Senasa y el sector pecanero, quienes vieron en el mercado chino una gran oportunidad de negocio. Sin embargo, como parte de los esfuerzos de preparación técnica se decidió avanzar también con la exportación de todos los frutos secos cultivados en Argentina, lo cual amplía las posibilidades y beneficia a cinco cadenas frutícolas y a más de diez provincias productoras.”

El viernes pasado, la comitiva china realizó auditorías en Mendoza, gracias a la organización de la Asociación Frutos Secos de Mendoza (AFSM) y a la financiación por parte del sector privado. Más de 60 socios de AFSM, junto con empresas asociadas a Nuts from Argentina y productores independientes, contribuyeron con una exitosa campaña de aportes voluntarios para impulsar al sector ante acciones estratégicas de este tipo.

En el caso del pecan, el gigante asiático es el segundo consumidor mundial, después de los Estados Unidos, con una demanda de 24.000 toneladas anuales. A pesar de su producción interna es de 2.000 toneladas (sin cáscara), está muy por debajo de los principales productores, Estados Unidos y México, que aportan el 90% de las 160.000 toneladas.

Argentina ve en China un excelente destino para consolidarse como el segundo productor de pecanes más importante del país, después de las nueces. 

En cuanto a las nueces, China es el principal productor mundial, con 426.000 toneladas en base a nueces peladas. Sin embargo, debido a su alto consumo interno, no ha tenido una presencia destacada en las estadísticas de exportación hasta hace cinco años, cuando empezó a competir con Chile, el segundo exportador.

Esta competencia comercial ha generado una disminución de los precios, aunque la calidad de las nueces chinas no compite en los mercados en comparación con las de Chile y Argentina. La oferta argentina, con colores claros, calibres altos y capacidad de conservación, se diferencia de la producción china y tiene una excelente aceptación por parte de los importadores chinos.

La apertura del mercado permitiría operaciones basadas en la calidad y en un precio diferencial. Argentina produce anualmente el equivalente a 10.000 toneladas (sin cáscara) de nueces, de las cuales se debería exportar entre un 50% y 60% para lograr un equilibrio de precios en el mercado interno.

En cuanto a las almendras, China destaca como importador y consumidor, y Australia se destaca por sus ventajas arancelarias en ese mercado. Actualmente, las almendras argentinas se destinan casi exclusivamente al mercado interno, ya que se consume más de lo que se produce. Sin embargo, el sector está creciendo, especialmente en las variedades tipo españolas y en nuevas zonas de cultivo.

En el caso de las avellanas, China se encuentra entre los 15 mayores exportadores del mundo, siendo abastecido principalmente por Turquía, Italia y Chile. China también es el quinto país consumidor.