Cómo evoluciona la inversión en América Latina
Un artículo de la agencia de noticias Bloomberg reproducido por La República, de Colombia, analiza sin pánico cómo la inversión de China está cambiando en nuestra región.
A diferencia de las notas que dan cuenta en tono alarmista de los negocios que relacionan a China con muchos países de América Latina, el análisis afirma que “las innumerables inversiones de China en América Latina siguen siendo relativamente pequeñas, y demasiado dispersas, como para justificar los temores de que un gigante hostil está encima de EE.UU. desde el otro lado de la frontera sur.”
Relativiza las afirmaciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre que “lo que Brasil quiere proponer a China es que tenemos que construir cien cosas”, tanto como las de su ministro de Hacienda, Fernando Haddad cuando dijo que el objetivo es “reindustrializar Brasil en asociación con el capital chino”.
En cambio, cita a David Dollar, experto en China del Banco Mundial y del Tesoro estadounidense que actualmente trabaja en la Brookings Institution: “Es un malentendido pensar que hay una China dirigiendo las decisiones de inversión”.
Dollar sostiene que “la diversidad de sectores y actores individuales —Huawei, pero también el gigante del transporte privado Didi— sugiere que el argumento de que China está construyendo un arsenal estratégico de inversiones al sur de la frontera es algo exagerado”, explicando que “hay mucha competencia entre las distintas burocracias chinas y las empresas públicas”, afirma Dollar. “No creo que exista un plan maestro”.
Sin embargo, por otra parte menciona a Cynthia Sanborn, del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico en Perú, asegurando que “la inversión directa neta de China en América Latina ha superado a la de EE.UU. en los últimos años. Se ha convertido, por lejos, en el mayor mercado de exportación de Sudamérica”, con lo que “es natural que el dinero chino genere expectación, sobre todo si se tiene en cuenta que empresas estadounidenses como Ford abandonaron Brasil y Sempra Energy, Perú.”
“Estamos en otra época de auge potencial. La transición energética mundial está en marcha y América Latina es un yacimiento de muchos minerales estratégicos”, destaca Sanborn.
En tanto, Enrique Dussel Peters, coordinador de la base de datos de inversión china compilada por la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China, “destaca un claro cambio en la composición geográfica y sectorial”, detallando que “el porcentaje de inversión en materias primas ha ido disminuyendo de forma sostenida, desde cerca de 95% en los cinco años que van de 2005 a 2009, hasta poco más de 41% en los tres últimos. China sigue interesada en la energía, pero ya no se centra únicamente en los combustibles fósiles, sino que cada vez destina más dinero a la generación solar y eólica. Las inversiones en servicios locales —desde la red eléctrica de Lima hasta el Club Med de Santo Domingo— han pasado de poco más de 1% de la inversión total en el período 2005-2009 a algo menos de 35% en 2020-2022.”
De los datos recogidos por Dussel Peters, el artículo sostiene que “con el cambio del enfoque industrial, también se ha modificado la presencia regional del capital chino. En los primeros cinco años del siglo, Brasil atrajo alrededor de 77% de toda la inversión directa china en América Latina y el Caribe. El año pasado solo atrajo 47,5%. México, por su parte, aumentó de 11% a 21%, mientras que Argentina pasó de casi nada a 26%.”
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