Lula y Xi avanzaron en acuerdos bilaterales y coincidencias globales
El presidente de Brasil, Lula da Silva, dijo en Beijing que busca una asociación entre Brasil y China para “equilibrar la geopolítica mundial” y advirtió que “nadie va a prohibir” la profundización de las relaciones entre ambos países.
La cumbre que mantuvo con su anfitrión el Presidente de la RPCh Xi Jinping elevó el nivel de la alianza entre chinos y brasileños tras el regreso de Lula a la presidencia el 1 de enero y tuvo como resultado la firma de 15 acuerdos entre gobiernos, 20 entre empresas de ambos países y un impulso a restar la dependencia del dólar estadounidense del comercio bilateral y a conformar un club de paz para detener la guerra en Ucrania.
Por su parte, en el Gran Palacio del Pueblo, Xi le dio un espaldarazo a la figura del líder del Partido de los Trabajadores que gobierna por tercer vez la mayor economía latinoamericana y sostuvo: “China coloca las relaciones con Brasil en un lugar prioritario en nuestras relaciones exteriores. Usted es nuestro viejo amigo y un buen amigo. Fue con su atención y apoyo que las relaciones entre China y Brasil lograron un gran salto”.
La recepción a Lula fue impecable. Como gesto al invitado (típico del siempre cuidado protocolo chino) una banda musical sorprendió a la delegación brasileña con un tema de Iván Lins de los años 80 contra la dictadura militar, “Novo tempo”, un título apropiado para la ocasión.
Los compromisos firmados entre China y brasil abarcan terrenos como el espacio, investigación e innovación, economía digital y lucha contra el hambre, intercambio de contenidos de comunicación entre los dos países y facilitación del comercio, informó Agencia Brasil. También firmaron una declaración conjunta sobre el cambio climático.
Uno de los acuerdos prevé el desarrollo del CBERS-6, el sexto de una línea de satélites construidos en la asociación bilateral. El diferencial del nuevo modelo, dice el gobierno brasileño, es una tecnología que permite el monitoreo de biomas como la selva amazónica, inclusive en condiciones de nubosidad.
Otros convenios tratan de la certificación electrónica de productos de origen animal y de los requisitos sanitarios y de cuarentena que deben seguir los frigoríficos brasileños para exportar a China. Brasil es el mayor proveedor de carne de vacuno del país asiático y el 60% de la producción brasileña se vende a China.
Asimismo, la lista de acuerdos alcanzados por empresas difundida por el Gobierno de Lula cita entre ellos el la gigante con sede en Guangzhou State Grid para transmisión hidroeléctrica en Itaipú, del Banco do Brasil con el ICBC en monedas, comercio y medio ambiente, entre JAC Motors y No Carbon y otros que involucran a Cosco o CITIC Constructions con sus pares, así como a universidades e instituciones de diversos campos (ver AQUÍ la lista completa).
Lula y Xi destacaron el rol de los BRICS en procura de una reconfiguración mundial. El día previo, en Shanghai, Lula había sido muy duro con el Fondo Monetario Internacional y ponderado la emergencia de nuevas instituciones crediticias para el desarrollo como el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que surge de ese grupo que forman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Medios como ElDiario.Ar o RT destacaron las palabras de Lula sobre un nuevo orden dond el Sur Global pueda hacer oír su voz. También lo hizo Tiempo Argentino.
El director periodístico de DangDai, Néstor Restivo, habló por Radio Concepto con Patricia Lee sobre el significado de la gira.
Para Infobae, en cambio, el viaje de Lula a China “corre riesgo de convertirse en un gol en contra para Brasil” por criticar al Fondo y el predominio del dólar, y lo calificó de “funcional a Lula y a el proyecto ideológico del Partido de los Trabajadores”. También la prensa alemana criticó el viaje, que duró tres días.
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