Relaciones constantes en un mundo cambiante
Se presentó anoche en la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior el libro “China, Argentina y el Mundo (1945-2022)”, del historiador Francisco Taiana, quien habló de las sintonías entre ambos países durante esos largos años, a pesar de los escenarios tan cambiantes que tuvieron, entre ellos y también dentro de ellos, en parte explicadas por el contexto global que empujaba a las coincidencias, una de las ideas centrales de su libro.
Presentado por Suyay Mathiu, coordinadora del grupo China y Asia Pacífico de RedAPPE, y con moderación y comentarios de Ignacio Villagrán (también de la Red y la UBA), Taiana trazó, como en el libro, publicado por la Universidad Nacional de Quilmes, un recorrido de las realidades de China y Argentina desde 1945 a la actualidad y de la persistencia en el crecimiento de sus vínculos.
“Elegí ese año de arranque porque terminó de cambiar un orden mundial con el final de la guerra y la apertura de otro distinto, y porque fue el del primer embajador argentino en China, José Arce”, señaló.
La clave para entender la constancia de los lazos bilaterales, a pesar de ser modelos tan distintos y países tan lejanos, las dio la arena global, donde las tensiones tanto en el mundo bipolar de posguerra, como en la unipolaridad tras la caída de la Unión Soviética, o como el mundo actual de reconfiguración, encontró para Taiana siempre a Argentina y a China con “problemas comunes” en su articulación con el mundo y un sentimiento de “incomodidad” en adaptarse a los poderosos, por lo cual “se encontraron unidos”. “El contexto mundial siempre está presente en el tejido de la relación bilateral”, dijo.
Sobre China propiamente, el autor hizo varias definiciones sobre su conformación histórica como civilización particular, y sobre la actualidad (una larga actualidad que arranca, en lo profundo, en el quiebre que significaron las guerras del opio en el siglo XIX y las invasiones del imperialismo europeo y de Japón, y que provocó desde entonces “la odisea por la modernidad” por parte de China, para recuperarse), sostuvo que hay en general dos miradas: “Están quienes creen que en ese regreso China quiere formatear al mundo a su imagen y semejanza, y otros que, en el otro extremo, no ven problemas porque después de todo, dicen, siempre China representó un cuarto de la humanidad y de su riqueza y en tal caso está volviendo a esa cierta normalidad. En mi caso, en un punto intermedio, planteo que la gran novedad actual es que China ya no es autosuficiente como lo fue antiguamente. Nunca China y el mundo dependieron uno del otro como ahora, y eso es una novedad histórica”, dijo Taiana.
Matheu y Villagrán olantearon sus comentarios y el público presente en la sala de RedAPPE se interesó también por la actualidad de los lazos bilaterales, las dinámicas entre centro y periferia, la iniciativa de la Franja y la Ruta, los BRICS y otras temáticas del presente entre Argentina y China.
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