De qué hablaron AF y POTUS si hablaron de China

3 abril, 2023

La charla en la Casa Blanca entre los presidentes invitado Alberto Fernánez y anfitrión Joe Biden, el miércoles pasado, sigue generando comentarios en un punto: ¿hablaron de China? Y en tal caso, ¿qué se dijo sobre la presencia de ese país en Argentina? Las activas usinas informativas de la porteña avenida Colombia y otras fuentes oficiales locales, además de las fantasías de cada quien, abastecieron de contenidos a diversos medios.

Reproducimos algunos de los más destacados comentarios de columnistas y medios influyentes. Y la voz del propio Fernández acerca de lo que dialogó de este asunto con el President of the United States (POTUS, como se suele referir el primer mandatario estadounidense).

En Clarín, el comentarista económico Marcelo Bonelli atribuyó al Departamento de Estado un supuesto memo confidencial con los también supuestos peligros que significarían inversiones chinas en rubros tales como la obra pendiente en la vía navegable troncal sobre el río Paraná, en el puerto de Ushuaia o en la central nuclear Atucha III; también, su rechazo a la oferta china de aviones de combate para la Fuerza Aérea y “asegurar una competencia igualitaria en la licitación del 5G”, donde claramente Huawei está más avanzada en tecnología que lo que puede ofrecer EEUU.

En El Cohete a la Luna, su director Horacio Verbitsky escribe:

“El Departamento de Estado ignoró el encuentro, lo mismo que los diarios New York Times y Wall Street Journal. Sólo el Washington Post lo mencionó en una breve nota de 250 palabras, que giró sobre ‘la creciente preocupación de Estados Unidos por la participación de China en la Argentina, en particular la prevista construcción de dos plantas nucleares en Buenos Aires por empresas chinas’. Agregó que Estados Unidos podría ‘buscar concesiones de la Argentina a cambio de apoyo en el FMI’.

“Antes de la cita, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, informó que ambos Presidentes analizarían la asociación para ‘enfrentar los desafíos globales, y continuar avanzando en áreas de interés nacional mutuo, incluyendo minerales críticos, cambio climático, el espacio y la tecnología. También se referirán a la cooperación económica, así como a los valores compartidos de inclusión, democracia y protección de los derechos humanos’. Sobre ese palabrerío flashean las cinco letras críticas: China”.

Y agrega Verbitsky:

“En una de las entrevistas posteriores a la reunión, Fernández dijo que Biden coincidía con el peronismo en su visión keynesiana de la economía. Hace 13 meses, en Pekín, le dijo al Presidente chino Xi Jinping que si fuera argentino, sería peronista. Pero la confrontación global entre ambos gobiernos peronistas es cada vez más enconada, como consignó esta semana The Economist. Salvo que en vez de pelear se estén reproduciendo (…).

“(El embajador de EE.UU. en Buenos Aires) Marc Stanley pasó por el Senado en septiembre de 2021, donde dijo que la Argentina no tenía un plan económico que explicara cómo pagaría su deuda y anunció que una de las metas de su desempeño sería cuestionar la presencia china. En agosto de 2022, ante empresarios reunidos en el hotel Alvear por el Council of Americas, Stanley dijo que la coalición que planteó el precandidato presidencial cambiante, Horacio Rodríguez Larreta, para acordar una política económica que durara 30 años, debían hacerla sin esperar al cambio de gobierno e insinuó la hoja de ruta: la exportación de energía, minerales y agroindustria. La disciplinaria de Presidentes y ministros Susan Segal completó el libreto de Stanley al sentenciar que la Argentina tiene energía y alimentos para el mundo, abundantes minerales, como litio y cobre, servicios, tecnología y cadenas de valor. Alberto volvió a reunirse con ella y con varias docenas de empresarios la semana pasada. La agenda es la misma, pero el escepticismo creció ante un Presidente que ha perfeccionado la práctica de decirle a cada cual lo que quiere escuchar”.

Por su parte, en La Nación, el editorialista Carlos Pagni arrancó con las diatribas contra la supuesta corrupción de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por parte del senador Ted Cruz y con la no menos furibunda contra el “diablo” chino de la diputada Elvira Salazar, legisladores que compiten por ver quien es más reaccionario. Pagni va hilando sobre esos arrebatos y entonces elabora:

“(La) iniciativa de Cruz se inscribe en un panorama mucho más amplio, cuyo signo principal es un creciente interés de los Estados Unidos por América Latina, impulsado por la competencia con China a escala global. Esa preocupación dominó, con distintas modulaciones, la reunión con Fernández. Es una cuestión muy relevante para la Argentina porque cobija una proyección indirecta sobre la principal pesadilla del Gobierno: la falta de dólares.

(…)

“Los chinos ejercen una presión formidable sobre el Ministerio de Defensa, que conduce Jorge Taiana, para que la Fuerza Aérea adquiera una flotilla de quince FJ-17 Thunder por 660 millones de dólares. Contra la práctica corriente, el proyecto de Presupuesto 2022 incluyó una partida específica para esta operación. Al conocerse el dato, Alberto Fernández debió retroceder. Muchos miraron a Gustavo Béliz por la picardía. Béliz fue uno de los contradictores internos del alineamiento con Pekín. Aun así, el año pasado los pilotos argentinos siguieron recibiendo entrenamiento en Asia para maniobrar esa máquina.

(…)

“No debe sorprender, entonces, que en el temario que elaboró la Casa Blanca para la reunión que este miércoles mantuvo Biden con Fernández la relación con China asome, enmascarada, en varios renglones. “Desafíos globales” se refiere, entre otros asuntos, a ese alineamiento. “Minerales críticos” quiere decir litio, un insumo estratégico por el que rivaliza la industria energética norteamericana con la china. Hoy los principales compradores de los yacimientos mineros del Noroeste son estadounidenses. “Tecnología” significa el establecimiento del sistema 5G para las comunicaciones, negocio liderado a escala global por Huawei Technologies, una compañía con sede central en la provincia de Guangdong.”

En Infobae, el portal más alineado con la derecha estadounidense y el antichinismo, el columnista Román Lejtman da por congelados los acuerdos más estratégicos con China y escribe sobre “la ofensiva geopolítica de China sobre el país, que causa muchísima preocupación en la Casa Blanca.

“China es el enemigo global de Estados Unidos, y en Argentina impulsa iniciativas estructurales que son rechazadas por la administración Biden. El líder demócrata entiende la necesidad financiera del Banco Central que utilizar el swap de 18.500 millones de dólares que concedió Xi Jinping y comprende que no tiene sentido objetar el volumen de la relación comercial que une a los dos países.

“Pero la Casa Blanca resiste que Xi solicite a Balcarce 50 que China acceda al control de la Hidrovía, ofrezca aviones Jf-17 a la Fuerza Aérea y construya centrales nucleares en la Provincia de Buenos Aires. Si eso pasara, Beijing manejaría la vía de navegación comercial más importante del Cono Sur, se convertiría en proveedor de armamentos de la Argentina y administraría una alicuota gravitante de la energía nuclear del país”. Por eso, sugiere, EEUU solo apoyará a Argentina ante el Fondo Monetario Internacional si se “congelan” las inversiones estratégicas chinas en Argentina (por cierto, nada importa que la deuda actual con el Fondo se tomó por un acuerdo político entre los expresidentes Mauricio Macri y de EEUU Donald Trump).

En Tiempo Argentino, el periodista Claudio Mardones señala a su vez que “luego de la cumbre se multiplicaron versiones sobre el endurecimiento del protocolo para la región y especialmente para Argentina que sostiene el Departamento de Estado y el Pentágono, a través del Comando Sur: contrarrestar la influencia de China en el continente y frenar la desarrollo de las relaciones económicas en Argentina. En diálogo con este diario cerca de Cafiero aseguraron que ‘no hubo menciones sobre China’ y consideraron que ‘se está sobregirando la interpretación’ sobre los planteos de Estados Unidos. Recordaron que ‘China es el principal socio comercial de EE UU’ y que las versiones sobre un endurecimiento de las exigencias de Washington no tienen en cuenta que Biden remarcó que ‘China no es un enemigo, sino un competidor’.

“En Economía también destacaron ese cambio en la caracterización de Biden sobre China. El planteo surgió el año pasado y fue enunciado por Blinken, pero también advierte que esta década será decisiva para ‘evitar la expansión de China’ en este siglo. Para lograrlo la administración de Biden habla de aumentar la cooperación económica con los demás países en disputa, pero también reforzar la presencia militar ante el veloz desarrollo de la capacidad militar naval, aérea y nuclear del gigante asiático. En un momento de franco deterioro de las relaciones entre Washington y Beijing, resulta difícil pensar que Sherman no se encargue de reforzar ese torniquete cuando venga a Buenos Aires.

“Hay uno de los temas que preocupan a Estados Unidos en Argentina —continúa Tiempo— que no tendrá cambios. El directorio del ENACOM está por publicar la licitación del 5G en la telefonía celular y no habrá restricciones para la tecnología china ni para la norteamericana. Donde podrían haber cambios es en la construcción de un puerto antártico en Tierra del Fuego, que también esta en la mira de Estados Unidos. Aunque fuentes oficiales descartaron que haya cooperación con China en ese tema, el asunto sigue sobrevolando el vínculo.

“El gobierno argentino, a través de Massa y Cafiero, viene repitiendo a Washington que es imposible que se quejen de la influencia China cuando el gigante asiático ofrece un financiamiento mucho más competitivo. Ese libreto apunta a dejar en evidencia que Washington todavía no abrió la billetera para competir con China en el continente y que prefiere seguir usando el garrote a la zanahoria. La expectativa es que ‘el puente’ (concepto que también usan Clarín e Infobae, que seguramente hablaron con la misma fuente) incluya que se destraben créditos blandos que no provengan del FMI y que, al mismo tiempo, el staff de organismo no endurezca sus evaluaciones en los próximos períodos que auditará”.

A su vez, en Página 12, el editor económico Alfredo Zaiat plantea:

“La sospecha sobre este encuentro bilateral (entre AF y Biden) refiere a qué ha exigido Estados Unidos a cambio del apoyo en la negociación con el FMI. En este contexto, China apareció en el intercambio a solas entre los presidentes y también en el ampliado con funcionarios.

“Se sabe que Estados Unidos impugna la participación de empresas china en la hidrovía, en la construcción de centrales nucleares, en la licitación del espectro de telecomunicación 5G y en otros proyectos de infraestructura estratégica.

“Biden mencionó explícitamente la influencia de China en la región diciendo que ellos no quieren el conflicto con China, sino que quieren tener una competencia equilibrada en las licitaciones.

“Ante la mención de la presencia creciente de China en Argentina, el equipo de Fernández señaló que la potencia asiática ofrece financiamiento, lo que motivó una rápida respuesta del equipo de Biden respecto a que entonces ellos intervendrán para acelerar los mecanismos de desembolsos de otros organismos multilaterales.

“De la promesa a los hechos existe la urgencia de acercar divisas a la exhausta caja de reservas del Banco Central. En lo inmediato, lo importante es el mensaje de Estados Unidos de no dejar caer, por ahora, el acuerdo de Argentina con el FMI”.

En El Cronista, Martín Dinatale recrea algunos conceptos del embajador en Beijing Sabino Vaca Narvaja sobre las negociaciones con China y el próximo viaje de Sergio Massa, y le pregunta al respecto a su antecesor durante el gobierno de Mauricio Macri, Diego Guelar, quien señala: “No hay que temer de un acercamiento de Argentina con China. Esto es inevitable porque es una potencia mundial junto con Estados Unidos. El tema es hacerlo con equilibrio”.

¿Y el propio Presidente? Este es el diálogo de Alberto Fernández con Gustavo Sylvestre por C5N, reproducido por Minuto Uno.

PERIODISTA. – Presidente y el tema China ¿estuvo presente, el presidente Biden le expresó algún tipo de preocupación acerca de cómo China tiene injerencia en Argentina, en Brasil, se habló de algo de eso en este encuentro?

PRESIDENTE. – No, definitivamente no, el único comentario que hizo fue un comentario dentro de una charla un poquito más amplía y lo que él dice es que lo único que él aspira es a poder competir en condiciones de igualdad con China, que él entiende que China ha entrado en muchos mercados y no es el problema de los Estados Unidos, el problema es que a los estados los pongan en igualdad de condiciones de competencia con China.

PERIODISTA. – ¿Lo ve como un competidor a China?

PRESIDENTE. – Claro, en algunos casos como competidor privilegiado porque muchas veces los contratos Estado – Estado evitan licitaciones y entonces ahí ellos pierden.

PERIODISTA. – Acá hay un tema, que siempre se habla de los recursos naturales y hay sectores políticos de la Argentina que cuando ustedes hablan de este tema, que son realmente fundamentales dicen: “bueno, con el litio, sobre todo, va a haber una entrega del litio, a los Estados Unidos lo único que le interesa es el litio y nuestros recursos naturales” ¿frente a estas opiniones usted qué le dice a esos argentinos o dirigentes políticos que cuestionan esto?

PRESIDENTE. – Esa es una discusión que yo particularmente vengo teniendo hace mucho tiempo con las provincias productoras de litio; hay que siempre recordar que los dueños del litio son las provincias, no es el Estado Nacional, con lo cual la injerencia del Estado Nacional es relativamente baja, pero con los gobernadores que tienen litio he hablado y les he hablado de hacer una ley marco de explotación estratégica de un recurso, tan valioso como el litio que tiene un futuro enorme y que tiene más condiciones de precios crecientes y que me parece que debemos explotar con mucha seriedad y garantizando las utilidades que la Argentina merece. No se trata de regalar el litio, se trata de – y hoy lo hablé con el presidente Biden – yo lo que aspiro es a que el litio, que se saca, de Argentina, se convierta en baterías y exportemos baterías, que eso nos permite generar más empleo y generar muchas más divisas, porque es mucho más caro comprar una batería de litio, producida en la Argentina, que comprar el litio bruto.

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