Un medio británico evalúa que Argentina desaprovecha oportunidades que ofrece China
La revista inglesa The Economist destaca que el gobierno argentino se esforzó más por reforzar los lazos políticos que los económicos.
Un largo artículo publicado en la web sostiene que “deberían ser una pareja perfecta, como un bife y una copa de Malbec. Argentina tiene tierras fértiles y agricultores cualificados. China tiene 1.400 millones de bocas que alimentar. El comercio bilateral debería ir viento en popa. Pero la política argentina es tan errática que China se pregunta a menudo: ¿dónde está la carne?”.
La nota repasa los múltiples negocios que Argentina está dejando pasar en su relación con el gigante asiático, recordando que tres años después de que China abriera su mercado a la carne argentina, nuestro país “se autoprohibió” exportar carne, en busca de frenar la suba de los precios internos.
La revista del país que mantiene ocupada las Islas Malvinas exhibe un llamativo énfasis opositor al actual gobierno argentinos, y desde un posicionamiento interno antiperonista dice que “Argentina necesita desesperadamente capital; China tiene bolsillos profundos. China ansía minerales; Argentina tiene montañas de ellos. En lugar de explotar estas oportunidades económicas, el actual gobierno argentino de peronistas de izquierda ha dado prioridad a los lazos políticos y diplomáticos con China, lo que alarma a Estados Unidos”.
Por otra parte, distanciándose de la posición de Estados Unidos de impugnar toda presencia china en América Latina, sostiene que “un gobierno más pragmático trataría de llevarse bien con las dos grandes potencias, aprovechando al máximo la complementariedad de las economías argentina y china”.
Uniendo las dos posiciones, augura que las próximas elecciones sean ganadas por la oposición que, descuenta, hará lo que la nota sugiere.
Llega a sostener que “el régimen comunista chino puede quejarse si Argentina elige un gobierno menos favorable a sus objetivos estratégicos y más cercano a Estados Unidos. Pero si eso hace que la política económica de Argentina sea menos descabellada, los inversores chinos podrían acogerlo tranquilamente”.
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