Con mediación china, sauditas e iraníes restablecen vínculos
Un acuerdo de alto impacto se cerró ayer en Beijing cuando Arabia Saudita e Irán (rivales acérrimos en el mundo musulmán) aceptaron restablecer relaciones diplomáticas. China jugó un rol central y reafirma su creciente relevancia como actor regional y global.
Sauditas e iraníes, por la rivalidad entre sunnitas y shiítas y otras razones geopolíticas, rompieron vínculos en 2016, tras una escalada de choques que se coronó con el asesinato de un clérigo shiíta que enardeció a los musulmanes. Eso derivó en una inestabilidad mayor en la ya de por sí complicada región de Medio Oriente, por ejemplo en la guerra de Yemen. Con apoyo también de Omán y de Irak, el gobierno de Xi Jinping vino acercando posiciones entre Raid y Teherán y ayer en Beijing se firmó el acercamiento, en presencia del jefe de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani, el asesor del Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita, Mosaed Bin Mohammad Al-Aiban, y el jefe de la diplomacia china, Wang Yi. En dos meses ambos países reabrirán sus embajadas.
“Seguiremos desempeñando un papel constructivo en la gestión adecuada de las cuestiones conflictivas del mundo actual, de acuerdo con los deseos de todos los países, y demostraremos nuestra responsabilidad como país importante”, dijo Wang, añadiendo que el presidente de China, Xi Jinping, lo respaldó desde el principio.
China también ha sido el país que presentó el más reciente plan de paz para intentar una solución a la guerra que se libra con epicentro en Ucrania.
Ver HyspanTV, South China Morning Post y CNN.
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