El nuevo momento de crecimiento económico de China y sus implicaciones para el orden internacional como marco de las Dos Sesiones es analizado para la cadena de radio oficial por el coeditor de Revista DangDai Gustavo Ng.

Las Dos Sesiones se proyectan como la demostración de que, en una época en que la mayor parte del mundo se debate en conflictos y tribulaciones, China es la única economía importante que experimentará un crecimiento económico rápido. Optimizada su respuesta a la pandemia de Covid-19, las vacaciones del Festival de la Primavera demostraron la robustez del mercado interno, lo que provocó que organismos internacionales aumentaran las expectativas de crecimiento de China. Esto ya está mejorando las expectativas globales sobre la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro de China, mientras el rápido crecimiento de la economía digital e industrias emergentes ya están en el horizonte de un mayor dinamismo del desarrollo económico del país.

El desempeño económico, la proyección global, la victoria sobre la pandemia, la consecución de una sociedad modestamente acomodada, la erradicación de la pobreza extrema, son logros que confieren a los chinos una sólida confianza en los próximos años.

Tal es el espíritu con que el pueblo de China encara las Dos Sesiones de 2023, en las que la economía ocupa un lugar preeminente.

En el Informe sobre la Labor del Gobierno, presentado por el primer ministro Li Keqiang en nombre del Consejo de Estado en la reunión inaugural de la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional (APN), se estableció un crecimiento anual del PBI del 5%, lo que confirma la expectativa de retomar el camino de un crecimiento sólido.

La mayor fuerza de China está en la pujanza de su Pueblo. El aspecto más desafiante que planteó la pandemia fue la represión del crecimiento económico que pugnaba por materializar cada provincia, cada distrito, cada ciudad, cada aldea, cada familia china. Superada la restricción que impuso el Covid-19, las Dos Sesiones buscan las formas de dar cauce y promover el deseo de todos los chinos de mejorar su situación y construir un futuro más auspicioso para sus hijos.

Por un lado el país tiene fundamentos para que el desarrollo a partir de este año esté sustanciado por la recuperación y la ampliación del consumo. Por otro, el informe expuesto por el primer ministro anuncia inversiones e incentivos gubernamentales para propulsar las inversiones de toda la sociedad, incluyendo a las micro, pequeñas y medianas empresas e incluso a los trabajadores autónomos.

El desarrollo del sector público apoyará y guiará el crecimiento del sector privado. Los capitales privados tendrán mejores canales para participar en los proyectos estatales, por ejemplo con la asignación de 3,8 billones de yuanes en bonos públicos especiales de los gobiernos territoriales.

Para ello, las Dos Sesiones anuncian una profundización de la reforma de los capitales y empresas estatales para una mejor competitividad.

El gobierno de China sigue procurando que todas las familias puedan comprar su primera casa o mejorar sus condiciones habitacionales. El Informe sobre la Labor del Gobierno plantea que las Dos Sesiones trabajarán para mejorar las condiciones del mercado inmobiliario, evitando su expansión desordenada, y previendo y neutralizando los riesgos de las empresas líderes del sector.

La labor de las Dos Sesiones sigue los lineamientos planteados por el XX Congreso del Partido Comunista Chino llevado a cabo en octubre pasado, entre los que se destaca la seguridad nacional, concebida de un modo integral.

Además de las inseguridades inmobiliarias, se plantea prevenir riesgos de endeudamiento de los gobiernos locales y por otro lado se proyecta la autosuficiencia en áreas estratégicas como la tecnológica, a través de un desarrollo de la industria de semiconductores y otros sectores industriales considerados clave, cuyo presupuesto crecerá casi un 50 %, a unos 1.925 millones de dólares en 2023.

Asimismo, en las Dos Sesiones se propondrá mantener la producción de cereales por encima de 650 millones de toneladas en 2023, lo que no sólo refuerza la autosuficiencia alimentaria como parte de la seguridad nacional, sino que apuntala la revitalización rural como modo de consolidar los logros obtenidos en el alivio de la pobreza.

Sosteniendo el socialismo con características propias, China enfoca la economía en el bienestar de su gente. Así, el informe leído por el primer ministro habla de crear unos 12 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas en 2023, manteniendo la tasa de desempleo urbano por debajo del 5,5 %. También menciona la ampliación de los recursos médicos y la mejora de servicios para los ancianos.

La hipótesis de crecimiento económico con que trabajarán la APN y el Consejo Consultivo Político del Pueblo Chino (CPPCC) hasta el 13 de marzo incluye la vinculación e interacción con los demás países.

En principio, el Informe sobre la Labor del Gobierno sostiene que China continuará creando condiciones favorables para las inversiones extranjeras. En enero de este año, la inversión extranjera directa aumentó un 14,5% en enero respecto al año anterior, a 18.390 millones de dólares, según el Ministerio de Comercio de China.

En un mundo hegemonizado por la incertidumbre, China ampliará el acceso a su mercado, asegurando un trato nacional y mejorando los servicios para las empresas de capital extranjero. Además, impulsará la incorporación al Acuerdo de Asociación Transpacífica Integral y Progresiva, junto con otros convenios económico-comerciales, y seguirá ampliando la apertura institucional.

Para el resto de los países del mundo, la recuperación de este año de China significa un aire fresco para todo tipo de nuevas oportunidades, comerciales, financieras y económicas en general. Esto estará apuntalado por el hecho de que se cumplirá el décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, de la que ya forman parte 151 países y 32 organizaciones internacionales.

Los beneficios que conseguirán otros países por su intercambio con China son consecuencia de la modernización que está planteando el país asiático a partir de haber conseguido una “sociedad modestamente acomodada”. El presidente Xi Jinping viene enfatizado en cada discurso la importancia de acelerar un nuevo patrón de desarrollo para avanzar en la modernización china. Tal modernización tiene el destino de ser extendida a los países que se relacionan con China.

El profesor principal de la Universidad Internacional BELTEI en Phnom Penh Joseph Matthews, dijo a la agencia Xinhua que “la modernización de China es única en el sentido de que se basa en el desarrollo inclusivo, la prosperidad común, políticas amigables y centradas en las personas, y una comunidad con un futuro compartido para la humanidad”, mientras Abdoulaye Ba, secretario general de la Asociación de la Prensa Extranjera en Senegal, manifestó su deseo de “saber cómo China promoverá y expandirá aún más la modernización china, y cómo promover aún más el desarrollo de alta calidad en el mundo, incluidos los países africanos”.

La modernidad china incluye un orden mundial justo y equitativo, con las naciones conviviendo en paz. Aunque no es esperable que en las Dos Sesiones de trate el caso puntual de la relación con Estados Unidos, se analizarán pasos para oponerse a la “independencia de Taiwan”, que el país norteamericano utiliza para sembrar conflictividad.

En este sentido, el Informe sobre la Labor del Gobierno especifica que el presupuesto anual de defensa de China mantendrá un alza de un solo dígito por octavo año consecutivo, creciendo 7,2 % en 2023. Se trata de un presupuesto más bajo que el del promedio mundial, demostrando que su solo propósito es la defensa y de ninguna manera el ataque. Las Dos Sesiones habrán de ser una nueva demostración de los esfuerzos de China, hasta ahora exitosos, por evitar esa suerte de constante histórica llamada Trampa de Tucídides.

Otros aportes decisivos que traerán consecuencia al resto del mundo al cumplirse metas que se propone China están relacionados con el medio ambiente.

En las Dos Sesiones se anunciará un descenso este año del consumo de energía por unidad del Producto Interno Bruto (PIB) y las emisiones de los principales contaminantes, así como el perfeccionamiento de las políticas de apoyo al desarrollo verde, la promoción del ahorro energético y la reducción de emisiones de carbono.

Una demostración de la seriedad de este cometido radica en la creación de un nuevo grupo centrado en el medio ambiente y los recursos naturales, que contará con 85 miembros en el Comité Nacional de la CPPCC, el máximo órgano asesor político.

Finalmente, debe destacarse que la visibilidad global de las Dos Sesiones es un paso más en la cuestión de la democracia. China misma es la que viene invitando a revisar el tema, en foros, en los planteamientos de sus intelectuales y funcionarios, e inclusive en un libro blanco emitido hace poco más de un año (“China: Una democracia que funciona”).

El gigante de Asia reivindica en su sociedad la vigencia de una democracia con características propias, de proceso integral y deliberativa. El presidente Xi Jinping la ha definido como “una democracia que cubre todos los aspectos del proceso democrático y todos los sectores de la sociedad. Es una democracia socialista en la mayor medida posible, de la naturaleza más auténtica y del mayor efecto”.

En los últimos cinco años, el Comité Nacional de la CCPPC ha recibido más de 29.000 propuestas, muchas de las cuales se han convertido en opciones políticas para el Partido y el gobierno.

Entre los 2977 diputados de la APN, la proporción de trabajadores, agricultores y profesionales ha seguido aumentando.

Los diputados a los congresos populares a nivel de condado y municipio son elegidos directamente por los votantes, mientras que los diputados a los congresos por encima del nivel de condado son elegidos por los diputados del siguiente nivel inferior.

El Gobierno ha informado que hasta junio pasado, más de 1.000 millones de electores habían emitido su voto en las elecciones de más de 2,6 millones de diputados a congresos populares a nivel de municipio y condado.

Los miembros de la CPPCC se dividen en 34 grupos participantes, incluidos representantes del Partido Comunista de China, otros partidos políticos, organizaciones populares, grupos étnicos minoritarios y diversos sectores de la sociedad, personas de Hong Kong, Macao y las regiones de Taiwán y ciudadanos chinos de ultramar que regresaron.