Detalles del swap y del crédito por las represas
Durante una escala en España al regreso desde la reunión del G20 en Indonesia, el ministro de Economía, Sergio Massa, ofreció detalles del acuerdo financiero con China con el swap y el crédito para las represas de Santa Cruz.
Hasta ahora, dijo a los medios argentinos que cubrieron la gira, de los 18 mil millones de dólares del swap chino con el Banco Central de Argentina, se permitían usar 473 millones cada 90 días, con lo cual, merced a este acuerdo alcanzado el martes último, pasaron a ser 5.000 millones hasta julio del año que viene, y renovable.
En cuanto a la construcción de represas en el país con inversión china, Xi Jinping se comprometió ante Alberto Fernández a girar 500 millones de dólares, desglosados en 223 millones en compensación por lo puso la Argentina mientras se fue renovando y agregando adendas al contrato, por los cambios que tuvo la obra, más 277 millones de anticipo.
Ver también Página 12 , Télam y El Cohete a la Luna, donde el economista Horacio Rovelli explica lo siguiente enfocando en la desdolarización del comercio exterior argentino:
“El Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) —escribe— puso en marcha en nuestro país este mes un sistema de clearing bancario para operaciones de corresponsalía en la moneda asiática a instituciones financieras locales, que permite que las exportaciones e importaciones se concreten directamente pasando de pesos a yuanes y viceversa. Hasta ahora, del swap (pases) chino, que era equivalente a 18.000 millones de dólares, se permitían usar 473 millones de dólares cada 90 días. Tras el nuevo acuerdo firmado el pasado 15 de noviembre, el swap pasa a incrementarse el equivalente a otros 5.000 millones de dólares, que es a la vez (la suma en yuanes equivalente a 5.000 millones de dólares) el cupo para operaciones comerciales hasta julio de 2023 y que es renovable (incrementa la operatoria a 625 millones de dólares mensuales).
“Desde hace años y en forma creciente, el comercio internacional registrado con China es deficitario. En los nueves primeros meses de este año se realizaron exportaciones por 5.212 millones de dólares y se importó por 13.353 millones de esa moneda, por lo que resultó un déficit comercial de 8.141 millones de dólares. China es nuestro segundo cliente (después de Brasil), pero es el primero que nos vende (con más del 20% de las compras totales que realiza la Argentina).
“La Argentina le compra a China máquinas y equipos, motocicletas y ciclomotores, telefonía (incluidos celulares), computadoras y partes de computadoras, televisores y partes de televisores, etc. Y le vende básicamente forrajes (soja y maíz en grano) y en forma mucho menor, aceite de soja, biocombustibles, tabaco, cueros y otros productos primarios (hierro, litio, etc.). Obviamente nos venden mayor valor agregado (trabajo incorporado) que los bienes que compra de la Argentina. Esto sucede en la mayor parte de nuestro comercio internacional, pero con China es exacerbado.
“Sin embargo, que se expanda la forma de pago en yuanes y pesos no es un tema menor, dado que como sucede con todas las operaciones de comercio internacional de nuestro país, debemos comprar dólares para adquirir bienes y servicios. Y al revés, si por ejemplo Chile, Bolivia u otra nación quieren comprar productos argentinos, antes deben comprar dólares para hacerlo.
“En gran parte del comercio internacional se va sustituyendo el dólar por acuerdos como los firmados entre India y China, China y Japón y China y Rusia, donde se opera en forma creciente con las monedas de cada país. Es obvio que esto va en contra de Estados Unidos, que se beneficia con la fuerte demanda mundial de su moneda. Así financia su déficit fiscal, que en 2021 fue del 16,7% de su PIB, en forma mayoritaria con emisión monetaria. En cambio, a nosotros el FMI nos limita severamente el déficit fiscal para que sea del 1% del PIB este 2022 y del 0,6% del PIB en 2023. ¿Por qué? Porque dice que es inflacionario”, agrega Rovelli.
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