Los líderes de la 2ª y la 4ª economías mundiales, China y Alemania, se reunieron en Beijing y analizaron la necesidad de paz en Ucrania, ante las amenazas de una guerra nuclear, así como las relaciones sino-europeas y otras cuestiones del orden bilateral y global.

Olaf Scholz fue acompañado de varios líderes empresarios (BASF, Bayer, VolksWagen, Deutsche Bank, etc.) que tienen fuertes intereses en China. Antes de viajar publicó una nota de opinión donde dijo que no quieren desde Occidente desacoplar a China, pero criticó lo que considera un vuelco del PCCh y otras cuestiones de política interna china.

También hubo un encuentro del canciller alemán con el primer ministro Li Keqian.

Es la primera vez desde la pandemia que un líder del llamado “G7” (ya-no-más las siete mayores economías mundiales) visita China.

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