XX Congreso del PCCh: el discurso de inauguración de Xi Jinping (parte I)
Por Gustavo Ng, desde Beijing. El XX Congreso del Partido Comunista chino (PCCh) fue inaugurado hoy cuando el secretario general, Xi Jinping, presentó el informe del Comité Central para esta reunión, con énfasis en la democracia y la construcción y legitimidad del poder político.
El mandatario arrancó diciendo que el pueblo chino ha emprendido un nuevo camino para la construcción de un “país socialista moderno”.
Los congresos nacionales del PCCh, que se llevan a cabo cada cinco años desde 1977, son la máxima autoridad del partido político que gobierna el país más poblado del mundo, y que cuenta con 96 millones de afiliados.
Tiene la función de elegir a un nuevo Comité Central, un nuevo Buró Político y al secretario general.
También revisa el desempeño del PCCh como gobernante del país en los últimos cinco años y decide los lineamientos estratégicos para el próximo quinquenio.
El XX Congreso podría resultar de una relevancia histórica, por cuanto termina de instalar a la República Popular China como una de las mayores potencias mundiales, y a su presidente como el líder más firme, no sólo por representar a China, sino porque es respaldado de un modo indiscutible por la mayor población mundial que tiene cualquier país del mundo.
El tema está señalado claramente en el informe: “China participará activamente en la reforma y vertebración del sistema de la gobernanza global, se atendrá a un multilateralismo genuino, promoverá la democratización de las relaciones internacionales e impulsará el desarrollo de la gobernanza global era una dirección más justa y razonable”.
Se descuenta que el cargo de secretario general será retenido por Xi Jinping. Esto, en el camino a que sea elegido presidente por tercera vez en marzo del año que viene, habilitado por la reforma constitucional de 2018. El protagonismo de Xi Jinping, como eje y como timonel del PCCh está presente de modo contundente en el informe del Comité Central.
El documento reafirma que uno de los temas principales del actual congreso es “implementar integralmente el pensamiento sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la Nueva Era”. Este pensamiento es el de Xi Jinping, cuya política ha sido elevada a “pensamiento” como sólo había sido atribuido a Mao Zedong, y ni siquiera a Deng Xiaoping, a quien se le atribuyó la etiqueta de “teoría”. En cambio, el pensamiento de Xi Jinping ya es objeto de más de 30 centros de estudio.
Una eventual perpetuación en el poder produce éxtasis en el Occidente que necesita a China como una dictadura y a su presidente como un autócrata, pero el hecho de que los chinos aprueben en masa la reelección indefinida de Xi Jinpingan, por lo menos instala un dilema —cuando el contacto con China empieza a ser más fluido, mirarnos en su espejo reproduce este tipo de perplejidades. Un pensamiento honesto, ante la re-reelección de Xi Jinping, debería poner a la democracia como pregunta, especialmente porque abre la puerta a las constelaciones de dudas que tenemos sobre nuestras propias democracias.
La dimensión que está ganando China en la órbita global comienza a habilitarla para plantear discusiones sobre temas tan estructurales como la democracia.
De hecho, una de las líneas que el XX Congreso plantea para el futuro es el “desarrollo de la democracia popular del proceso entero“, lo que no es otra cosa que una democracia con peculiaridades chinas.
El documento leído por Xi Jinping sostiene que “junto con fortalecer la garantización institucional de la condición del pueblo como dueño del país, debemos mantener y perfeccionar el sistema político” para “darle garantía al pueblo de que ejerza el poder estatal a través de las asambleas populares. Debemos profundizar la reforma y vertebración de los sindicatos, los organismos de la Liga de la Juventud Comunista, las federaciones de mujeres y otras agrupaciones de masas”.
También habla de desarrollar “activamente la democracia efectuada en los niveles de base” y de crear mecanismos para integrar a otros partidos políticos, personalidades sin filiación partidaria, minorías étnicas, religiones y chinos residentes en el extranjero.
La propuesta también sostiene: “hemos de seguir con perseverancia el camino de desarrollo de los derechos humanos propios de China y propulsar el desarrollo integral de su causa”.
Volviendo al protagonismo de Xi Jinping en el informe del Comité Central, en la revisión el periodo realmente considerado no es el último quinquenio, sino los últimos diez años, o sea, desde que Xi Jinping asumiera la presidencia.
En la revisión se mencionan “tres grandes acontecimientos”: el centenario de la fundación del PCCh, el principio del “socialismo con peculiaridades chinas en la Nueva Era“ (o sea, la era inaugurada por Xi Jinping), y la liberación de la pobreza y consiguiente culminación de la construcción integral de una “sociedad modestamente acomodada”.
Califica este último hecho como “una victoria histórica obtenida por el PCCh y el pueblo chino mediante su lucha unida, una victoria histórica que brillará por siempre en los anales de la historia del desarrollo de la nación china, una victoria histórica, también, que tiene una influencia de largo alcance en el mundo”
El balance incluye la creación del pensamiento sobre el socialismo con caracteristicas chinas, que “ha dado lugar a un nuevo salto en la chinización del marxismo y su adaptación a nuestro tiempo”.
En este sentido, también se resalta como logro de la última década el fortalecimiento de la dirección partidaria, el disciplinamiento del PCCh, con una lucha anticorrupción que “se ha desarrollado como nunca antes” y el mantenimiento “del sistema fundamental de la posición rectora del marxismo en el campo ideológico” en articulación con un “desarrollo innovador de la excelente cultura china”.
Sobre la pandemia de Covid-19, Xi Jinping dijo que “hemos librado una guerra popular, una guerra general, una guerra de contención para combatir la, lo que nos ha permitido proteger al máximo la seguridad de la vida del pueblo y su salud”.
En el frente externo se aprueba una “apertura más dinámica y de mayor iniciativa” con la propuesta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, el resultado de que China sea el primer socio comercial de 140 países y una “apertura de mayor alcance, acción y profundidad.
Se revisa la “propulsión acertada de la práctica de ‘un país dos sistemas’, en la ‘administración de Hong Kong por los hongkongeses’”, el mismo caso para Macao y la extensión del tema a Taiwan, donde “hemos combatido firmemente tanto las actividades secesionistas proclives a la independencia de Taiwán como la intromisión de las fuerzas externas“.
Se enfatiza que “la protección del entorno ecológico ha experimentado cambios históricos, se puntualiza la renovación del ejército popular y se evalúa que “el poderío económico de nuestro país ha dado un salto histórico“ evidenciado en que el PIB ha subido de 54 billones de yuanes a 114 billones, y el PIB per cápita ha tenido un aumento de 39.800 a 81.000 yuanes..
Tiene destaque especial el capítulo de la mejora de la vida del pueblo. “Hemos materializado el sueño milenario de la nación china de tener una vida modestamente acomodada”, dice el documento y agrega que “hemos ganado la batalla de la liberación de la pobreza de mayor en la historia humana”.
En la próxima entrega informaremos sobre las propuestas de las que informó el presidente Xi Jinping para el próximo quinquenio.
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