Por Gustavo Ng, desde Beijing. El XX Congreso del Partido Comunista chino (PCCh) terminará de instalar a China como un actor global con el peso suficiente para reconfigurar la realidad del mundo.

El gigante asiático se autopercibe como un país “en desarrollo”, pero no como “emergente” sino como “reemergente”, poniendo en claro que fue una potencia mayor durante milenios, y que permaneció sumergida durante dos siglos. 

El Centro de Prensa del congreso sostiene que los próximos años son “un periodo clave para la materialización del rejuvenecimiento nacional”.

El PCCh recogerá las iniciativas de Desarrollo Global y de Seguridad Global, que ha propuesto el presidente Xi Jinping desde el último congreso. La Iniciativa de Desarrollo Global fue hecha durante el debate general de la 76ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, al convocar a todas las naciones a “revitalizar la economía y buscar un desarrollo global más robusto, ecológico y equilibrado”, mientras la Iniciativa de Seguridad Global fue lanzada este año en pos de la seguridad común, amplia, cooperativa y sostenible, mantener la paz y la seguridad en el mundo, respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países y no interferir en sus asuntos internos”.

En el balance de los cinco años que pasaron desde el último congreso, será resaltado el cumplimiento de muchas de las metas establecidas, especialmente la erradicación de la pobreza extrema.

La lucha contra la pandemia del Covid-19 será evaluada y la embestida general de Estados Unidos y sus países aliados ocupará un lugar importante en las discusiones de cara al futuro.

La decisión de que Xi Jinping  siga al frente del Partido Comunista será la plataforma para que el presidente quede confirmado como uno de los líderes de mayor gravitación planetaria, al frente de un país que sigue creciendo dentro de un panorama internacional desastroso, y con mayor representatividad que el resto, por parte de la sociedad más cuantiosa del mundo.

China es implacable con su abstención de interferir en asuntos internos de otros Estados. Sin embargo, su gravitación hace que su realidad interna se refleje, cuestione y tenga efectos en el resto de los países.

Con el XX Congreso de su Partido Comunista, China gana poder para incidir sobre la Humanidad como un socialismo que ha resuelto para su población temas que son asignatura pendiente para el resto: la comida, la vestimenta y la seguridad. Y aún así, Xi Jinping advierte a todos los funcionarios que “debemos hacer un esfuerzo para elaborar nuevos planes y medidas que aborden el problema del desarrollo desequilibrado e inadecuado en todo el país”.

También terminará incidiendo sobre la comunidad internacional la articulación que hace China de la salud como prioridad y un control social implacable en el que el conjunto tiene preeminencia absoluta sobre el individuo.

Por otro lado, China se ha sumado a la gran tendencia de mejorar las condiciones del medio ambiente, asumiendo sus objetivos con tal protagonismo que, tras haber contribuido de forma impactante con la contaminación, se ha puesto a la cabeza con la reparación y el desarrollo de una propuesta general ecologista a la que llama Civilización Ecológica.

No se trata de una modificación del rumbo que lleva la civilización planetaria, pero el énfasis es tan grande que ya está produciendo cambios importantes.

Otra área en la que China apoya todo su peso es la tecnología. Tampoco es un aporte propio de la China contemporánea, pero tiene raíces en el pasado que significaron transformaciones profundas —comenzando con los cuatro inventos, aunque las innovaciones tecnológicas que China aportó al mundo no se agotan en ellos.

Finalmente, con su dimensión y su influencia que quedará demostrada  en el examen de los últimos cinco años y se evidenciará en los objetivos que se plantearán para el próximo quinquenio, China va ganando poder para plantear discusiones sobre temas como la democracia y los derechos humanos. En los últimos años estamos observando el despunte de este brote. 

Se trata de asuntos ante los cuales China hizo silencio en el último medio siglo, y que hoy están en proceso de problematización traumática en todo Occidente.

El China Daily dispuso una página web para informar sobre el XX Congreso del PCCh, que también estableció un Centro de Prensa que dispone información en esta página web.

Por su parte, Xinhua informó sobre el séptimo plenario del XIX Comité Central del PCCh, que concluyó este miércoles y definió algunas de las decisiones que tomará el Congreso partidario, como el reforzamiento de Xi como “núcleo” de los logros recientes chinos y políticas en curso, el ataque a la corrupción ratificando graves sanciones a dirigentes que incurrieron en ella y, entre otras, nuevos puestos en la conducción del Partido.