Un entusiasmo que atravesó la pandemia en Beijing
Por Gustavo Ng, desde Beijing. La argentina Cecilia Catacata llegó para estudiar el idioma, terminó licenciándose en Comercio Exterior. Su entusiasmo inicial por descubrir China atravesó la pandemia, decidió quedarse a vivir y compartir sus experiencias con DangDai.
Dos mujeres chinas se han detenido mientras suben la Gran Muralla. Van con una niña de nueve años. Han hecho una pausa para charlar con una extranjera. Hablan animosamente, con rapidez y entusiasmo. La extranjera les explica cómo será el ascenso, que ella conoce bien porque lo ha hecho varias veces. La niña observa fijamente a esa mujer que habla chino tan bien como ella y con quien las dos mujeres con quienes está, probablemente su madre y su tía ríen y se hacen amigas.
La extranjera es Cecilia Catacata, quien visitó la muralla 17 veces. Se mueve por Beijing como si hubiera vivido allí toda la vida, mientras abre un camino para el intercambio entre argentinos y chinos.
— ¿Cuando viniste a China y por qué?
— Mi historia con China se inició en el 2015 cuando comencé a estudiar el idioma en La Plata. Así empecé a enamorarme del idioma y la cultura del país sin darme cuenta. Anhelaba mucho la posibilidad de poder cruzar el charco algún día. En el 2016, la Embajada de China en Argentina organizó el concurso “Canta chino en Argentina”, gané el primer puesto y con él, la oportunidad para venir el año siguiente a estudiar el idioma por un año. En septiembre de 2017 pisé Beijing por primera vez y cuando terminé la beca decidí quedarme por mi cuenta estudiando una carrera de grado en chino para poder aprender el idioma.
— ¿Qué estás haciendo ahora?
— Finalicé mis estudios en junio de este año. Soy oficialmente Licenciada en Comercio Internacional. Actualmente estoy haciendo el cambio de visado, de visa de estudio a visa de trabajo, para quedarme trabajando en el país.
— ¿Cómo es tu cotidiano en China?
— China es increíble. Una de las cosas que más disfruto es que la rutina no es rutina, porque China siempre tiene algo nuevo con qué sorprenderte. Me encanta conocer la cultura cada día un poco más, y esa es la razón por la cual hice mucho esfuerzo por aprender chino mandarín. Creo que es algo clave para comprender al 100% la realidad que me rodea. Disfruto mucho recorriendo las calles de Beijing y conociendo nuevos rincones. En China fue que empecé a interesarme por la fotografía. ¡Me gusta mucho viajar por el país y poder registrar todo con mi cámara! Vivir mi día a día como una aventura. También decidí hace unos años, compartir esta aventura por China, con su lado bueno y malo, a través de mi cuenta de Instagram cecienchina. Y es algo que disfruto muchísimo.
— ¿Cómo viviste hasta ahora la pandemia?
— La pandemia ha sido un golpe muy duro para el mundo entero, sin duda. Nos ha cambiado los planes a más de uno. Yo tuve la suerte o la desgracia de vivirla desde el inicio por estos lados. En enero de 2020 ingresé a China y en marzo de ese mismo año, anunciaron el cierre de las fronteras que siguen cerradas hasta el día de hoy. En una primera etapa, China controló el virus muy rápido y desde aquí el Covid-19 pasó a ser algo que estaba en otros países. Esto lamentablemente fue un golpe duro para los extranjeros que estaban acá, ya que nos ha tocado vivir mucha discriminación. Durante esos años, por tener visado de estudio, no pude dejar el país ya que debido al cierre de fronteras, en caso de hacerlo, no podía volver a ingresar. Vi cómo a muchos de los estudiantes que quedaron fuera del país se les complicaba para continuar su carrera. Así que simplemente resistí para poder finalizar mis estudios. Fueron tiempos difíciles… Hoy la tormenta va pasando y sólo espero muy pronto poder viajar para reencontrarme con mi familia.
— ¿Qué desafíos tiene un argentino para integrarse a China?
— Yo creo que el desafío más grande es el choque cultural y la mejor forma de hacer que ese choque no sea tan fuerte es aprender el idioma para poder integrarse. En mi caso, el primer año, ¡me costaba incluso pedir un plato de comida que no fuera picante! A medida que fui mejorando mi nivel de mandarín, la realidad dejó de ser tan hostil. ¡De repente hablando el idioma hice amigos, aprendí a pedir los platos que me gustaban, a comprar productos argentinos, de todo!
— ¿Qué claves le darías a los argentinos que vienen a China para que tengan la mejor experiencia posible?
— Además del tema del idioma, recomendaría alejarse de la zona de confort e intentar hacer amigos chinos. Sabemos que siempre es más fácil relacionarse con gente que habla nuestro idioma, pero una persona local nos va a poder ayudar mucho en nuestro día a día y va a enriquecer nuestra visión del mundo además de ayudarnos a comprender mejor lo que nos rodea por estos lados.
— ¿Qué pueden hacer China y Argentina para que sus sociedades tengan un mejor contacto?
— Mi pasión por este país surgió a través del estudio y por lo tanto creo que dar más becas de estudio es clave. Aún quedan muchos argentinos interesados en China que no han tenido la posibilidad de venir. Llevar a cabo más eventos para promocionar la cultura en ambos países también es algo necesario. Aún siento que hay mucho desconocimiento por parte de ambos países y más intercambio cultural podría ayudar a construir puentes y achicar esta brecha.
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