Terminó este martes el ciclo de arte y literatura de China contemporánea que ofrecieron las profesoras Verónica Flores y Lelia Gándara para el Instituto Confucio de la Universidad de Buenos Aires.

Ambas ofrecieron cuatro clases magistrales de “Arte, literatura y política”, “Arte, literatura y memoria”, “Arte, literatura y vanguardia” y “Arte y literatura en el siglo XXI” en las cuales, en un recorrido histórico y sobre las grandes transformaciones que vivió China en el período, imprimieron el lugar que le cupo a la literatura, en narrativa y poesía, a las artes visuales en sus diversas manifestaciones y en parte al cine (quedó pendiente para 2023 posiblemente un ciclo específico al respecto).

Medio centenar de alumnos y alumnos disfrutaron del ciclo en el cual se repasó, entre muchos otros, la obra de escritores como Lu Xun, padre de la literatura moderna y autor de un libro clave del período revolucionario como “Diario de un loco”, una pionera del feminismo como Ding Ling, Bei Dao, Hai Zi, Lu Xinhua, Wang Meng, cuya novela La Mariposa revela el drama de la Revolución Cultural, el premio Nobel Mo Yan, la neorealista Chi Li, los poeta Xi Chuan y Hai Zi, Ge Fei (“El invisible”), Ah Yi (“Una pisca de maldad”) o Xu Lizhi, el poeta obrero que se suicidó al igual que otros operarios de Foxcomm, entre muchos autores más, con sus diversos aportes y tendencias literarias, desde el período maoísta (y antes incluso) hasta la actualidad (entre otros, Ah y Xi han venido a la Argentina en los últimos años). Y en el caso de los artistas plásticos, Luo Zhongli (en la foto de abajo junto con una de sus obras más renombradas), Yue Minjun, Ma Desheng del llamado “Grupo de las estrellas”, Wang Guangyi, uno de los introductores del arte pop con contenido social en China, o los más recientes Liu Bolin, Zhang Dali (ambos exhibieron en Buenos Aires), un artista de intervenciones callejeras como Huang Qingjun y finalmente Xu Bing, con un enorme trabajo artístico en general en torno a la reinterpretación estética de la caligrafía, entre tantos, también recorriendo los siglos XX y lo que va del XXI con sus tendencias sobresalientes y perspectivas.

El curso permitió una introducción muy valiosa al mundo literario y artístico chino, con sus oleadas interactuando con el marco político y socioeconómico de cada época, con los impactos y diálogos con otras culturas en los momentos de apertura, las peculiaridades de la cultura china en su proceso de cambios vertiginosos y continuidades, de mundo rural y urbano, de mutaciones en la institucionalidad y las costumbres de su pueblo, acerca de todo lo cual tanto Flores como Gándara desplegaron un gran conocimiento y generosidad en su distribución de materiales con quienes participaron y expresaron al final su satisfacción por todo lo aprendido.