El Centro Argentino Chino en Ciencias Sociales llevó a cabo ayer una jornada en la que se repasaron investigaciones sobre familias mixtas y la erradicación de la pobreza en China.

La actividad tuvo como marco el proyecto de investigación “Aprendizaje mutuo en el desarrollo: políticas de China y Argentina para la reducción de la pobreza mediante tecnologías digitales”, a cargo de Verónica Giménez Béliveau y Eduardo Chávez Molina.

En la presentación, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Carolina Mera, se refirió a la importancia de “articular entre académicos y científicos argentinos para poder relacionarnos con China” y destacó los tres equipos que se formaron para llevar adelante investigaciones del centro de estudios.

Fortunato Mallimaci, director del centro, ofreció detalles sobre los proyectos —“Desafíos de la participación chino latinoamericana en la cooperación por la gobernanza económica global” e “Inversión china en América latina y desarrollo con inclusión”, además del que organizó el evento.

Explicó que el desafío “que tenemos por delante es cómo hacer para saber qué pasa en China y para que los chinos sepan qué pasa en Argentina. Es indispensable institucionalizar el trabajo en ese sentido, teniendo una perspectiva a largo plazo. A los tres proyectos actuales, deberán sumarse próximamente otros seis y apuntamos a la posibilidad del intercambio de becarios”.

Mallimacci también advirtió que “los objetivos del trabajo de este centro tienen como contexto una Argentina que debe definir qué relación quiere tener con China”.

Agostina Zaros habló sobre “Matrimonios mixtos en China: migración internacional, pareja e hijos”. Explicó el desarrollo de su investigación en Shanghái, sobre las familias en la actualidad. Dio cuenta de los muchos factores que inciden hoy sobre la familia de China, desde elementos muy tradicionales, hasta la mayor cantidad de hombres que de mujeres, el mayor acceso a las mujeres al mundo de trabajo, lo que significa atrasos de edad de las mujeres en el matrimonio, la fuerte presencia urbana de hombres sólo como migrantes desde las áreas rurales.

Analizó también la incidencia del hukou, un registro de lugar de nacimiento y la influencia de los abuelos en la crianza de los niños, y habló del mercado matrimonial en Shanghái y otras ciudades.

Zaros detalló sus investigaciones en matrimonios mixtos de chinos y latinoamericanos, tanto de hombres latinoamericanos que van a China a trabajar y se casan con mujeres nativas, como los fujianeses que han vivido una vida en Argentina, se casaron con argentinas y volvieron con ellas a China.

Ignacio Villagrán, director del Grupo de Estudios sobre China del Instituto “Gino Germani” de la UBA, habló de “La lucha contra la pobreza en China en cinco generaciones de dirigentes del PCCh”, asegurando que no se trata de una gesta reciente, sino que “tiene por lo menos73 años, porque la lucha contra la pobreza empezó con la instauración de la República Popular”.

El sinólogo hizo una recapitulación de los logros desde 1949 que fueron fundamentando la reducción de la pobreza: el cambio en la estructura social, la reforma agraria y luego la transformación de este sector, el desarrollo de la industrialización, la modernización a partir de la reforma y apertura, el fuerte desarrollo económico surgido a partir de entonces.