El sinólogo gallego Xulio Ríos esboza razones internas y externas que explican por qué “bajo la presidencia rotatoria china, los BRICS parecen remontar de nuevo el vuelo”.

Ríos sostiene en un artículo de ALAI que la agenda de los BRICS tiene como ejes mayor cohesión interna, basada en la Estrategia para la Asociación Económica de BRICS 2025, que apunta a la inversión y finanzas, la economía digital y el desarrollo sostenible; la construcción institucional interna (“todos esperan que el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el Acuerdo de Reserva de Contingencia proporcionen nuevas soluciones a sus necesidades”); el fomento de la cooperación multilateral para salvaguardar los intereses comunes de los mercados emergentes y los países en desarrollo, lo que incluye reformas  dentro de plataformas internacionales como la OMC, el FMI y el G20, y finalmente la expansión, implementada en el “BRICS+”, que suma nueve países a los del bloque, incluyendo a Argentina, que a su vez representa a la CELAC.

Por otra parte, Ríos sostiene que la guerra en Ucrania “parece hacer acentuado, paradójicamente, la cercanía entre los países BRICS y operado un relativo distanciamiento del enfoque occidental (EEUU-OTAN-UE), con singularidades marcadas por parte de India o Sudáfrica pero también por parte de Brasil.

Trae a colación el caso de Brasil, cuyo presidente Jair Bolsonaro llegó a esbozar “una salida de los BRICS”, pero “ahora, sin embargo, dice que ‘China es cada vez más parte del futuro de Brasil’ e incluso que ‘es más importante que EEUU para Brasil’”, para argumentar que “el pragmatismo de los intereses comunes centrados en el desarrollo parece imperar sobre las diferencias ideológicas que, de primar, inevitablemente segmentarían las posibilidades de cooperación. Y, más allá, vendría a demostrar que la supuesta cohesión sustentada en la defensa a ultranza de valores comunes que hoy abandera dinámicas de corte belicista no es la única posible y tiene una alternativa plausible en la cohesión argumentada en el afán por el desarrollo.”

El sinólogo argentino Gustavo Girado, por su parte, dijo a un programa de Radio Sputnik que “lo que China viene a proponer es impulsar y recoger aquellas banderas que EEUU dejo en el camino como el multilateraismo, el libre comercio y los esquemas de gobernanza global”.