El plan fue lanzado ayer y está compuesto de 50 políticas y medidas, y comienza con el fin del sistema de autorización de la ciudad, el fomento de la reanudación laboral en todos los sectores, la estabilización de las cadenas industrial y de suministro en el delta del río Yangtse y la facilitación de la logística nacional e internacional y las vías de transporte.

La ciudad metropolitana reducirá los impuestos sobre bienes inmuebles y de alquiler y las tasas del uso del suelo urbano para las compañías calificadas, informa la agencia Xinhua.

También concederá subsidios para los usuarios no residentes en las tasas de agua, electricidad y gas natural.

Además, se tomarán medidas para estabilizar el capital extranjero, estimular el consumo y ampliar la inversión.

Por su parte, Global Times asegura que Beijing y Shanghái “están saliendo gradualmente de la sombra de los brotes de Omicron, brindando experiencias valiosas para el país al llevar a cabo la estrategia dinámica cero-COVID que una vez más demuestra ser el enfoque más efectivo para contener el virus altamente contagioso. al mínimo costo para la economía y la vida de las personas.”

Los epidemiólogos resumieron que las pruebas rápidas, las medidas estrictas y oportunas son clave para la batalla de 37 días de Beijing contra los últimos brotes de COVID, “ya que la ciudad capital china aprendió lecciones de la dura batalla contra la COVID-19 de Shanghai que ha durado dos meses”.

Con la apertura total de las dos principales ciudades del país, algunos economistas pronostican que el costo total de implementar el enfoque dinámico cero-COVID en la tasa de crecimiento económico no superará los 0,5 puntos porcentuales.