Tras reunirse en Beijing con el presidente Xi Jinping, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos viajó a la Región Autónoma de Xinjiang ante las campañas en Occidente que acusan violaciones a los derechos humanos de la etnia uigur.

Bachelet informó que tuvo acceso “sin supervisión” a las fuentes con las que la ONU había previsto reunirse en Xinjiang: el jefe provincial del Partido Comunista y los jefes de seguridad.

Al final de la misión dijo que “la visita fue una oportunidad para mantener un diálogo directo con los principales líderes de China sobre derechos humanos para escucharnos mutuamente, plantear nuestras preocupaciones y allanar el camino para que haya interacciones trascendentes de forma más regular en el futuro”.

La emisaria de la ONU, en el cargo desde 2018, se trasladó a la capital Urümqi y a la ciudad de Kashgar, donde los uigures superan el 90% de la población, donde visitó, entre otros lugares, uno de los denunciados “centros de detención”, ya inactivo.

En diálogo con el programa La vuelta al mundo, de AM750 recogido por Página 12, Gustavo Ng, editor de la Revista DangDai sostuvo que el foco de la situación en Xinjiang está en “cómo un país lidia con el terrorismo”, comparó los casos de China y Estados Unidos, y explicó que la estrategia de China fue el silencio, el accionar antiterrorista siguiendo las convenciones firmadas desde el ataque a las Torres Gemelas y la lucha contra la pobreza para beneficiar la calidad de vida de los uigures”.

Asimismo, sostuvo que la versión informativa monolítica de los medios de China está teniendo una contraparte en una “cadena” formada por las corporaciones mediáticas de los medios más influyentes de Occidente. “El día que llegó Michelet a China lanzaron una campaña de denuncias sobre documentos tan flojos que desprestigian a esos medios”.

Apenas terminó la visita de Bachelet a China, Infobae informó que “varias ONG internacionales han acusado a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, de falta de firmeza en sus críticas a China tras su visita a la región de Xinjiang, escenario según estas organizaciones, así como Estados Unidos, de una campaña de gravísimos abusos dirigida por Pekín contra la minoría uigur.”