La sede diplomática publicó el documento “El Portavoz de la Embajada de China en Argentina refuta las ridículas declaraciones de la Comandante del Comando Sur de Estados Unidos sobre China”

El texto del comunicado es el siguiente:

En su reciente visita a la Argentina, la Comandante del Comando Sur de EE.UU. Laura Jane Richardson dio unas declaraciones ridículas sobre China en la entrevista con un medio local, sin ocultar las pretensiones de confundir la opinión pública e interferir en la cooperación de China con Argentina y América Latina y el Caribe. Según ella, manejada por una empresa del Ejército Popular de China, la Estación de Observación de Espacio Lejano ubicada en la provincia de Neuquén son instalaciones de un gobierno autoritario, que no deja que los argentinos accedan a ellas, excepto si van de visita. Pero según los hechos, el gobierno argentino aclaró reiteradamente que dicha Estación sirve para la colaboración en materia de tecnología espacial entre Argentina y China, donde científicos de ambos países realizan estudios. Además de proporcionar servicios de la telemetría y control para los proyectos espaciales de China, también es utilizada, bajo la organización de la CONAE, para la exploración científica del espacio ultraterrestre junto con instituciones y corporaciones de distintos países incluyendo EE.UU. Así mismo, el gobierno y los colegios locales ven en esta sede un espacio educativo sobre los conocimientos cosmonáuticos. En 2019, la Cancillería argentina y la CONAE llevaron a los diplomáticos acreditados en Argentina a visitar la Estación, con participación de los estadounidenses y europeos. La Televisión Pública Argentina también envió a periodistas a realizar entrevistas y filmaciones para luego presentar un documental en el canal con buen rating. Al comienzo del mes pasado, el Ministro Daniel Filmus afirmó durante la visita a la Estación que “estamos recorriendo las instalaciones con la idea de profundizar la cooperación en investigación espacial y satelital tanto con China como con la Unión Europea. No se trata sólo de una cuestión bilateral. Estas son algunas de las prioridades que estamos subrayando para la agenda 2030”. Estas informaciones no son nada confidenciales. Obviamente, la General Richardson fue “mal orientada” por los materiales que había leído, o en otro caso trató intencionalmente de mal orientar la opinión pública, sin mostrar el mínimo respeto por Argentina. Sea cual fuera el caso, es sorprendente y preocupante.

Esta comandante, transcendiendo el ámbito militar, habló de las vinculaciones económico-comerciales de nuestro país con Argentina así como con América Latina y el Caribe, acusando a China de extraer recursos sin generar inversiones. Paradójicamente, EE.UU. es el país que más extrae y más se beneficia de los recursos alimenticios de la región y las primeras tres cerealeras internacionales en Argentina son de EE. UU. Construidas sobre la base de la igualdad y beneficios mutuos, las relaciones económico-comerciales de China con Argentina y América Latina y el Caribe van acorde con los intereses comunes de ambas partes. Si bien las inversiones de China llegaron a la región no hace mucho tiempo, han venido creciendo en forma acelerada. Hasta julio de 2021, el stock de inversiones directas chinas en la región ha superado a los 450 mil millones de USD, un 19% del monto total de las inversiones chinas en el exterior, lo que consolida a la región como el segundo destino más importante de las inversiones chinas. Tanto las inversiones directas como la contratación de obras de China en Argentina han sobrepasado respectivamente los 10 mil millones de USD, es decir un total de 20 mil millones de dólares, lo que ha conllevado a la creación de una considerable cantidad de empleos y oportunidades, fomentando el desarrollo socio-económico local.

Nos sorprendió aún más el dicho de la General de que “la pesca ilegal está absolutamente ligada a China” y que “en un día cualquiera, tenemos entre 350 y más de 600 embarcaciones chinas en el área bajo la órbita del Comando Sur”. Según ella, “ellos no tienen las mismas preocupaciones que nosotros en términos de libertad y de un hemisferio occidental libre, seguro y próspero”, palabras que olían entre las líneas a la Doctrina Monroe y el hegemonismo pletórico de la supremacía. ¿Cómo las operaciones de pesca efectuadas por los barcos pesqueros chinos en la vasta alta mar del Atlántico Suroeste llegan a convertirse en un supuesto acto de pesca ilegal en el área bajo la órbita del Comando Sur? Es imposible que EE.UU. no esté al tanto de las medidas de la moratoria voluntaria de pesca que implementa China en la alta mar del Atlántico Suroeste a partir de 2020. Durante el período de la moratoria, todos los poteros chinos han de abstenerse de las operaciones de pesca, en conservación de los recursos de calamares en alta mar. A lo largo del tiempo, el gobierno de EE.UU. no ha dejado de meter su “mano negra” en los países de la región, con la intromisión en sus asuntos internos, la subversión de los gobiernos, las sanciones irracionales y los actos de bullying y humillación. La administración de los EE.UU. nunca ha apoyado los justos reclamos de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas y, para colmo, envió flagrantemente submarino nuclear a realizar patrullaje por el Atlántico Sur, participando en las maniobras marítimas y aéreas conjuntas con las guarniciones británicas en las Islas Malvinas, hecho que constituye una amenaza a la paz y estabilidad regionales y fueron rechazado y criticado unánimemente por los países de la región con Argentina incluida. Frente a los latinoamericanos y caribeños, ¿qué derecho y decoro tiene EE.UU. para hablar de la libertad, la seguridad y la prosperidad del hemisferio occidental? A pesar de la muletilla de los valores del hemisferio occidental, EE.UU. nunca trata en la práctica a los países de América Latina y el Caribe en pie de igualdad y de manera justa. Estos supuestos valores no son más que una hoja de parra con que intenta obtener y defender sus propios intereses. La campaña infamatoria contra China y la colaboración China-Argentina sólo sirve para hacer más patente la naturaleza hegemonista y el doble rasero de “los valores al estilo estadounidense.

Ante las crecientes amenazas de seguridad tradicionales y no tradicionales, la comunidad internacional aboga en general por una mayor cooperación y diálogo así como el multilateralismo en defensa de la paz y el desarrollo. China, ateniéndose a los valores comunes de la humanidad como la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad, apuesta por forjar una comunidad de futuro compartido de la humanidad con la presentación de productos públicos de gran relevancia, tales como la iniciativa de la Franja y la Ruta, la iniciativa global del desarrollo y la iniciativa global de la seguridad, en repudio de la mentalidad de Guerra Fría y la confrontación entre bloques, lo que se ha granjeado una gran acogida y apoyo de numerosos países en desarrollo, incluida Argentina. Con su pleno apoyo a Argentina por el rol de Presidente Pro Témpore de la CELAC, nuestro país está dispuesto a estrechar la coordinación y cooperación con Argentina y trabajar junto con los países de América Latina y el Caribe, a fin de fomentar las fructíferas, innovadoras, abiertas y mutuamente beneficiosas relaciones en pie de igualdad entre China y la región en bien de los pueblos, haciendo renovadas contribuciones a la paz y prosperidad del mundo.