Beijing aprobó la importación y comercialización de soja tolerante a la sequia

30 abril, 2022

La República China aprobó ayer la importación y comercialización de la soja HB4, tolerante a la sequía, lo que fue considerado como “un día enorme para la ciencia argentina”, por Gabino Rebagliati, gerente de Comunicaciones de la empresa desarrolla este producto, Bioceres.

“La resolución permite la importación y comercialización de soja HB4 y derivados de soja”, indicaron desde la empresa.

El trámite para alcanzar esta aprobación se había iniciado en octubre del año 2016 y, según Bioceres, “es la primera vez que un evento argentino recibe la aprobación de China”.

El canciller Santiago Cafiero afirmó que la aprobación “significa un nuevo logro para las exportaciones argentinas, basado en la articulación de las capacidades de nuestro entramado productivo, de las universidades y de las investigadoras y los investigadores”.

Por su parte, el embajador argentino ante China, Sabino Vaca Narvaja, sostuvo que “esto va a tener un impacto directo en nuestra economía y destacó la importancia de la reciente adhesión de la Argentina a la iniciativa de La Franja y la Ruta.”

Raquel Chan, responsable de la investigación del grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral de la Universidad Nacional del Litoral y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que desarrolló la soja resistente a la sequía.

La soja tolerante a sequía —producto del trabajo de Bioceres en conjunto con el Conicet y la Universidad Nacional del Litoral (UNL)— fue aprobada en 2015 por la Argentina y luego también por los países de mayor producción mundial de este cultivo, incluyendo Estados Unidos (agosto 2019), Brasil (mayo 2019), Paraguay (2019) y Canadá (2021), países que representan aproximadamente el 85 % de la producción global de soja.

Vaca Narvaja calificó la decisión china como “un hito importante para la Argentina, que ocurre pocos meses después de la visita del presidente Alberto Fernández a China. Es un ejemplo de la capacidad científica que tiene nuestro país en materia de biotecnología y de modelo de trabajo público/privado, que nos permitirá posicionarnos no sólo como productor, sino también proveedor de tecnología agropecuaria de punta para garantizar la seguridad alimentaria en el mundo”.

Por su parte, Rebagliati destacó que “es la primera vez que China aprueba un desarrollo transgénico argentino. El mundo necesita cada vez más alimentos, y enfrenta cada vez mayores amenazas climáticas. Hoy demostramos que la Argentina puede ser líder en encontrar soluciones a uno de los grandes desafíos del siglo XXI. Estamos contentos y orgullosos”.

La soja HB4 es un desarrollo tecnológico argentino, producto de la colaboración público-privada entre Bioceres y el grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), liderado por Raquel Chan, responsable de la investigación. La semilla de soja HB4, genéticamente modificada, resulta más tolerante a condiciones de estrés hídrico y de salinidad.

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