“Cuando el pensador argentino Juan José Sebrelli visitó Shanghai en la década de 1960 como parte de una delegación del Tercer Mundo invitada por el gobierno chino —cuenta Salvador Marinaro—, escribió que la ciudad le parecía extrañamente familiar”.

“La mezcla de estilos arquitectónicos, la mezcla de tradición y modernidad, y el río Huangpu reflejaron el paisaje urbano de Buenos Aires”.

Así comienza un artículo del profesor argentino en la Universidad de Fudan, donde enseña tras haber hecho una beca doctoral del Conicet y la Universidad de Shanghai. Hoy, además, el salteño Marinaro edita la revista cultural “Chopsuey” junto a Lucila Corzoglio.

En este artículo publicado por Shanghai Daily y redes sociales de China, el autor señala que “incluso cuando la vida a veces es un desafío porque no puedo ver a mi familia y amigos en Argentina, siento que Shanghái todos los días es una fuente de progreso y aprendizaje”.