Políticos, periodistas, sinólogos y técnicos critican el acercamiento a China.

Eduardo Daniel Oviedo, investigador principal del CONICET y profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario, dijo a la Deutsche Welle que ve en el proyecto de la cuarta central de energía nuclear “más un interés de China que de Argentina”, argumentando que se trata de una iniciativa “no sustentable, por su alto costo, y que genera no solo una gran dependencia financiera, porque ese préstamo hay que pagarlo, sino también una gran dependencia tecnológica de China”.

En Clarín, Natasha Niebieskikwiat sostiene que el viaje de Fernández “también sentó las bases de su realineamiento a Rusia y China en los momentos que más necesita de los Estados Unidos” y que el presidente “enfrenta una situación: su política interna como externa está cruzada por la presión de su socia mayoritaria y más influyente: Cristina Kirchner. Vale recordar el romance político del cristinismo con Rusia y China. Y también con Venezuela y Cuba. Y en más de los casos, con el sandinismo de Nicaragua, sin importar las dictaduras”, escribió.

En Infobae, la física Irma Argüello habla de la posibilidad de adoptar el sistema de conectividad 5G de la empresa china Huawei. “En el caso del 5G chino” dice, “se lo considera un tema de seguridad nacional, que trasciende lo tecnológico, y que genera desconfianza en el mundo por la posible filtración de datos sensibles. Así lo han entendido muchos de los países de los cuales Argentina requiere apoyo para el cierre positivo del acuerdo con Fondo, como los de la Unión Europea y Estados Unidos, por ejemplo, pero también nuestro vecino Brasil.”

El periodista Carlos Pagni alerta en La Nación que la adhesión a la Ruta de la Seda y la aceptación de inversiones en el campo nuclear “modificarán el temperamento de potencias decisivas” en el directorio del FMI”, y agrega que “este acercamiento es determinante no solo para la conducta de los Estados Unidos. Influye también sobre Japón, vecino de China y segundo socio del Fondo; y sobre Alemania, que es el tercer accionista, después de los chinos.”

Quien fuera subsecretario de Energía Nuclear durante el gobierno de Cambiemos, Julián Gadano, desplegó en Clarín una larga fundamentación para indicar que el acuerdo nuclear con China es fruto de “el mal camino de la improvisación”, mientras quien fuera su jefe, Mauricio Macri, criticó la gira de Alberto Fernández a Rusia y China alertando que “No es momento para la improvisación”.

La diputada nacional Jimena Latorre (UCR-Mendoza), habla de “los negocios de Sabino Vaca Narvaja en China”, de la “falta de un plan energético coherente” y acusa: “el kirchnerismo embarcado en la ‘Ruta de la Seda’ brinda certezas a China sobre la disponibilidad de nuestros recursos”.