Echar al chino
En una notable crónica sobre la expulsión de migrantes, Julián Axat da cuenta los trámites express de la Dirección de Migraciones y de la Corte Suprema de Justicia para echar del país a ciudadanos que —en su mayoría absoluta provenientes de China— presentan leves fallas administrativas al ingresar a la Argentina.
Axat es poeta, pero también titular de la Dirección General de Acceso a la Justicia de la Procuraduría General de la Nación y ex prosecretario y secretario letrado en la Defensoría General de La Plata, provincia de Buenos Aires entre 2004- 2008, territorio donde luego fue defensor penal juvenil hasta 2014.
Hace poco DangDai publicó su informe sobre Qiuming Huang, un ciudadano chino expulsado de Argentina tras 20 años de residencia, “contrariando una jurisprudencia pacífica que el mismo órgano judicial estableció durante setenta años”
Ahora, en El Cohete a la Luna, escribe sobre la sistematización de esos procedimientos. Constatando que no fue ni de cerca un caso aislado, dice, entre otros puntos, que hubo en estos años “114 expulsiones confirmadas, de las cuales 109 fueron por faltas administrativas que pueden (y deben) subsanarse. Es decir, la mayoría de las expulsiones no fueron motivadas por posible comisión de delitos previos”. Del total, 98 eran ciudadanos de origen chino (el resto: 7 de Senegal, 2 de República Dominicana y 2 de Paraguay).
“La cruzada recursiva contra los 98 migrantes chinos fue una intensa tarea litigiosa de la Dirección Nacional de Migraciones entre 2015 y 2019, que llevó sistemáticamente todos los casos ante la Corte, para lograr su cometido expulsivo (…). De los 114 casos, sólo 1 caso fue favorable al migrante. (…) De las 114 expulsiones confirmadas, 109 fueron por faltas administrativas que pueden (y deben) subsanarse. Es decir, la mayoría de las expulsiones no fueron motivadas por posible comisión de delitos previos”
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