Educación y turismo: asignaturas pendientes
En el diario Perfil, la empresaria china en Argentina Lu Xia analiza el retraso de nuestro país en proponer ofertas atractivas en los sectores de turismo y educación a los millonarios y los estudiantes chinos.
Recordando que “antes de la pandemia, 155 millones de chinos viajaban por año al exterior para hacer turismo, gastando 133 mil millones de dólares en el extranjero”, la autora indica que Argentina es percibida por los chinos como “una tierra lejana y misteriosa, con una naturaleza limpia y sin contaminación -los chinos valoran mucho la calidad del aire y el agua-, comida buena y saludable, y energía positiva” y puntualiza que esto podría capitalizarse en torno a la Antártida.
Lu Xia habla de los “turistas sofisticados”, millonarios que ya viajaron por Europa, Asia, África y que son entre 5 y 10 millones de personas. Sin embargo las agencias de turismo en China no tienen buenas rutas hacia la Antártida y ofrecen pocos paquetes, y muy caros, para visitarla: alrededor de 30.000 dólares por persona. Desde Argentina se podrían organizar rutas alternativas, de dos semanas de duración, que incluyan pasajes aéreos, cruceros, hoteles y comidas, por menos de la mitad de ese valor.”
La analista china especula con que “la ruta antártica argentina podría ser una gran oportunidad para promover otros destinos del país, que los chinos desconocen, como Mendoza, Iguazú, Calafate o el circuito del tango”.
Sin embargo, sostiene, “la promoción hay que hacerla. El primer desafío es el idioma. El gobierno argentino y las empresas turísticas del país deberían organizar un buen sistema de información de viajes en idioma chino”, también debería formar guías de turismo que manejen el idioma chino y los prestadores de servicios turísticos deberían adaptarse al turismo chino, conociendo sus características y perfil cultural.”
Por otra parte, Lu Xia se refiere a los servicios educativos que puede ofrecer Argentina, teniendo en cuenta que “solo en Estados Unidos, hay 400 mil por año, y en Australia 230 mil; cada uno de ellos gasta 50 mil dólares anuales en los países que los reciben.”
Esta situación contrasta con la de Argentina, donde hay escasísimos estudiantes chinos. “El sistema de educación argentino no está preparado para recibirlos”, dice la empresaria, y agrega que “la Dirección de Migraciones ofrece pocos cupos y visas para estudiantes chinos”.
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