Uruguay y China comenzarán las tratativas para buscar un acuerdo bilateral de libre comercio, anunció este martes el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou. La decisión desafía la integridad del Mercosur.

“Hemos recibido una respuesta del gobierno chino, formal, por carta, aceptando avanzar en un acuerdo de libre comercio”, dijo el mandatario en conferencia de prensa.

El acuerdo fue iniciativa de Uruguay, según anunció en julio el presidente uruguayo, como un acuerdo comercial bilateral por fuera del Mercosur, pese a una decisión adoptada en el año 2000 por los socios del bloque de contar con la anuencia de sus contrapartes para sellar negociaciones con terceros países.

El proceso comenzaría con un estudio de factibilidad de un eventual tratado, una etapa previa a las negociaciones de un texto y que los dos gobiernos esperan culminar antes de fin de año. De llegar a un resultado positivo, la fase siguiente sería la redacción de un TLC.

“Veremos si es posible. (…) Uruguay tiene apuro”, agregó Lacalle Pou.

Hasta ahora, China se había negado a negociar un TLC con Uruguay si alguno de los demás integrantes del Mercosur se pronunciaba en contra.

Consultado sobre este punto, Lacalle Pou leyó un tramo de la carta recibida del gobierno chino: “Apreciamos altamente y acogemos la propuesta de la parte uruguaya de iniciar las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre los dos países”.

“Está claramente hablando de un acuerdo bilateral”, subrayó el mandatario.

Lacalle insistió en que Uruguay ha tenido “una vocación histórica” de “pertenecer al Mercosur” y al mismo tiempo abrirse a otros mercados.

Ámbito Financiero dice que “la flexibilización del bloque, una vieja aspiración de Uruguay que ahora es acompañada por Brasil, que a su vez pide una rebaja del arancel externo común, ha sido un tema ríspido en la región” y aclara que “en los últimos meses, el presidente uruguayo ha chocado duramente con su par de Argentina, Alberto Fernández, por este punto”.

Al cumplirse 30 años de la fundación del bloque, en marzo pasado, Lacalle Pou dijo que el Mercosur “no puede ser un lastre” que impida el avance comercial de su país, a lo que el presidente argentino contestó que si Argentina era considerado un lastre, “que tomen otro barco”.

De acuerdo a lo que señaló el mismo mandatario en una conferencia de prensa, el canciller Francisco Bustillo le “confirmó” que “ya habló con el canciller Felipe Solá para informarle”, por lo que se entiende que en Casa Rosada ya están informados del tema, aunque desconocen los detalles del acuerdo.

“En las dos reuniones informales que tuvimos con el Presidente argentino”, dijo Lacalle Pou, “una en Colonia y la otra, el otro día en Buenos Aires, hablamos de este tema. Quedamos en que Uruguay inicia sus negociaciones y que Uruguay comunica y eventualmente convoca al resto de los socios del Mercosur para avanzar”.

El diario Perfil sostiene que “en la Rosada, la jugada de Lacalle Pou siempre generó escozor, en algunos ministerios más que en otros, pero en gran medida todos los vinculados al mundo productivo lo entienden de igual modo. Así y todo, ayer guardaron silencio y solo se limitaron a confirmar que Uruguay había avisado con anticipación.”

El medio analiza que “para Uruguay, por su estructura económica, el costo es muy inferior al beneficio en relación a cómo impactaría un corredor de cero arancel con la gran potencia asiática y global para la Argentina o Brasil. El 30 por ciento las exportaciones uruguayas viajan hacia China, materia prima en su mayoría, y ahora Montevideo aspira a potenciar el sector de servicios, del turismo a lo electrónico.”

En tanto, “en Brasil, a diferencia de la Argentina, la voluntad del gobierno de Jair Bolsonaro choca con la resistencia de los industriales paulistas. Y aunque un abordaje racional desaconsejaría a un presidente en tren de reelección sumar otro frente más a la zarza ardiente que es su país, lo cierto es que Bolsonaro está, precisamente, en tren reelectoral y por eso mismo achica notablemente su umbral de coherencia en pos de seguir inflando el pecho de su núcleo más dogmático. También a Brasilia le llegó el aviso con antelación y allí Lacalle Pou tuvo particular cuidado porque sabe que encuentra a un aliado pero uno que se enoja, como en Buenos Aires, si se entera de las cosas por televisión.”

Por su parte, El Economista analiza que “hay motivos para pensar que será así: Brasil y Argentina tienen más industria que Uruguay y, por ende, un ingreso de bienes chinos más fluido no es algo muy tentador. Además, el Gobierno de Jair Bolsonaro ha mostrado una retórica muy agresiva hacia Pekín y el lobby industrial es fuerte, como en Argentina.”

Agrega que “Paraguay, en tanto, mantiene una disputa con China porque, entre otras cosas, es uno de los pocos países que reconoce a Taiwán, algo que irrita a Pekín (que considera a la isla una provincia rebelde) y que la ha costado a Asunción, por ejemplo, para acceder a vacunas hechas en China.”

La nota de El Economista indica que China es el principal destino de las exportaciones de Uruguay, con ventas por 1.568 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2021, 63% más que en el mismo periodo de 2020.

Según Uruguay XXI, la agencia responsable de la promoción de exportaciones, inversiones e imagen país, el principal producto de exportación fue la carne bovina, que creció 205% y ocupó el 60% del total exportado.

El ex canciller Jorge Faurie dijo a 99.9 Radio: “esto que hace Uruguay dentro del Mercosur es un desafío que Argentina debe responder. En una vinculación con China, Uruguay tiene menos sectores que proteger y puede beneficiarse de recibir productos que no hacen a precios mejorados. Esto debería haberse discutido dentro del Mercosur”.

En Uruguay, según el diario El Observador una carta de Beijing a Montevideo diría “apreciamos altamente y acogemos la propuesta de la parte uruguaya de iniciar negociaciones de un TLC entre los dos países”. Y La Diaria, por su parte, informó que habría un estudio de prefactibilidad de un tratado comercial sin el Mercosur porque el gobierno “entiende que no requiere la conformidad de los socios, aunque comunicó la decisión a los cancilleres de la región; para dar el anuncio el presidente convocó a los líderes de todos los partidos políticos”.

Cuentan que el tema fue tratado el lunes por el canciller Bustillo y el embajador chino en Montevideo Wang Gang.

Argentina ya le ha recordado a sus socios del bloque que todo acuerdo externo debe ser consensuado entre los socios. Y Uruguay viene reclamando más autonomía.

El 26 de marzo, en un encuentro virtual al cumplirse 30 años de la fundación del Mercosur, Lacalle Pou había dicho que ese espacio no podía “ser un lastre” que impidiera el avance comercial de su país, a lo que Alberto Fernández contestó que si Argentina era considerado un lastre, “que tomen otro barco”.