La CNEA frente a la central de tecnología Hualong

25 agosto, 2021

Adriana Serquis, flamante presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), fue entrevistada por Nora Bär en El Destape y dijo sobre la central nuclear que financiará China en nuestro país que Argentina debe buscar “lograr la mayor transferencia de tecnología posible. Queremos que de a poco el sector metalmecánico pueda empezar a trabajar de nuevo”.

Lo que sigue es el tramo de la entrevista donde Serquis habla del tema y plantea sus interrogantes sobre la tecnología Hualong y sobre el mayor conocimiento que hay en el país en las centrales del tipo CANDU.

–En 2018 se decidió avanzar con la compra de una cuarta central nuclear a China financiada por ese país. ¿Se mantiene esa idea?

–Por ahora, tengo entendido que sí.

–¿Lo mismo para el combustible, que podría desarrollarse en el país?

–En este punto, hay tres contratos posibles. Uno tiene que ver con la central nuclear. Otro, con la garantía de la provisión de combustible para que esa central funcione. Y un tercero de transferencia de tecnología que es responsabilidad nuestra. Eso es lo que tenemos que analizar en conjunto con NA–SA (Nucleoeléctrica, la empresa argentina que lleva a adelante las negociaciones). Entiendo que la compañía tiene que garantizarse que la central funcione. Ahora, también tiene que haber una cláusula que nos permita que en cuanto el desarrollo esté terminado podamos ser nosotros los que proveamos el combustible. Nos llevaría entre cuatro y siete años desarrollarlo. Tenemos que pelear para que la mayor parte de lo que se pueda hacer acá se haga acá, no solo el combustible…

–La tecnología de esta central (Hualong) es nueva, no fue muy probada. ¿Qué garantías hay en el mundo?

–Todos los desarrollos de centrales están controlados por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA, cuyo actual director general es el argentino Rafael Grossi). Hay un mecanismo de contralor muy importante que no depende solamente del propio país. Si se concreta ese acuerdo, que escapa a nuestra órbita, esperamos que haya otras centrales de este tipo funcionando antes de la que se proyecta hacer acá.

–¿Van a apoyar la compra?

–Nos hubiera gustado más que fuera una del tipo CANDU (de uranio natural y no de uranio enriquecido) porque es una tecnología en la que tenemos más posibilidades de aportar desarrollo argentino. Pero si hay una decisión de ir por esa, trataremos de acompañar y de lograr la mayor transferencia de tecnología posible. Queremos que de a poco el sector metalmecánico pueda empezar a trabajar de nuevo, acompañarlos en lo que haga falta para lograr mejores normas de calidad, pero también tenemos que ser realistas.  Por ejemplo, para el CAREM necesitamos encargar muchos componentes, algunos Clase A (que cumplan las normativas nucleares) y otros, no necesariamente. Si una pyme tiene capacidad para hacer algunos, pero tardará diez años, en este momento no sirve. Es un equilibrio delicado entre ayudar y acompañar el desarrollo de las industrias nacionales, pero sin detenernos.

Categorías: Ciencia y Tecnología

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